Odio
las frases hechas cuando se utilizan higiénicamente para vadear un
camino que puede ser espinoso, y la reina de todas ellas es “No
es nada personal”.
Cuando
alguien se acerca a ti y encabeza su discurso con “noesnadapersonal”,
como diría mi tío Paco, -ya
te puedes dar por follao, porque nada bueno se avecina-. Mi
tío, exfilósofo
de taberna, tuvo que dejar esa devoción, cuando se prohibió el
fumar en todo tipo de negocio. Siempre ha dicho muy dignamente que
para él hablar en los umbrales era de conspiradores.
En
realidad en muchas de las situaciones que se están dando actualmente
se podría oír una voz
en off que diría todo
el tiempo la frasecita de marras.
Este
vecino del mundo cuando pensó en elegir una profesión, una de las
cosas que le preocupaban era el tener que tomar decisiones que
afectaran a personas.
Ahora
en cambio está a la orden del día el recibir un bureau fax
informándote de que, la empresa en la que llevabas unos treinta
años, ya no cuenta con tus servicios, y no puedes protestar a nadie,
porque por casualidades de la vida, mire usted por donde, ninguno de
los jefes está esos días en la empresa.
Lo
mismo ocurre con las decisiones de los bancos o del gobierno que
afectan a muchas personas, y que no puedes encontrar a ningún
interlocutor porque las órdenes vienen siempre de arriba.
Como
antídoto de todo ésto, y porque la naturaleza es sabia, se creó el
movimiento escracher,
que este vecino del mundo cree que la expresión vendrá de la
palabra inglesa “scratch”, que significa: rayar, rascar, rasgar,
y sobre todo “rasguño”, lo que ya implica una cuestión de piel,
y que se caracteriza, por describirlo de alguna manera, en protestas
personalizadas. Se escoge un objetivo, una persona vinculada a una
decisión importante que afecta a un colectivo, y van a su casa o
lugar de trabajo, o gentilmente se le acompaña un trayecto, y se
intenta un cara a cara para hacerle patente, por si todavía no se ha
enterado, la indignación presente. Una especie de "cobrador del Frac" pero sin cobrar, y nunca mejor dicho.
Es
uno de los movimientos más efectivos, aunque siempre se corre el
riesgo de que alguien se salga de las normas establecidas y quiera
llegar más allá con, en ese momento, el sujeto pasivo, y que en
otros momentos se ha mostrado tan activo.
Como
el poder y la justicia siempre se van de copas, los sufridores, o
futuros sufridores de este movimiento dicen que no hay que implicar a
sus familias, y que llegar hasta su casa significa eso,
involucrarlos, y quieren ilegalizarlo.
Siempre
me ha dicho mi tío Paco también, -A
mi no me importa que me metan el dedo en el ojo, pero me jode no
poder ver a mi familia porque no puedo abrirlo.-
Cuando
se toman medidas que tienen que ver con el dinero, no se juega con un
número de una lista, sino con una persona que tiene detrás una
familia, y eso sí es terriblemente personal.
*FOTO: DE LA RED