Para muchos la vida es simplemente un después detrás de otro,
el plantearse nuestro recorrido vital a corto plazo. Lo que un famoso entrenador argentino
resumiría como el “partido a partido”, y quizás por eso, un buen día te miras
al espejo y encuentras a alguien que es el mismo de ayer, pero que no tiene que
ver nada con aquel joven de hace muchos años.
Eso me pasó el otro día, cuando desde el otro lado de la
calle, repleta de tráfico y peatones, me llamaba a gritos mi amigo Paco, uno de
esos amigos que ves muy de vez en cuando, por circunstancias de la vida, que
como las luces de los coches hoy los
ves, y mañana no, pero que sabes que están ahí en la distancia.
Me decía algo de mi blog, pero no le entendía bien, y por
eso antes de que se formara un pequeño grupo de desconocidos cotillas, que
viendo que pasa algo raro, opten de primeras a sacarse una foto contigo por si
acaso, le hice la seña de que no
entendía nada, y optó por coger el primer paso cebra que le llevaba a mí.
Paco me comentó que como desde la última vez que nos
vimos le dije lo del “blog del vecino”, siempre me leía, y que el otro día al
ver mi foto en el artículo “Una foto, una historia” (http://patxipe.blogspot.com.es/2014/10/una-foto-una-historia.html), casi ni me reconoce, -Si no llega a ser por esos ojos… Es que es
lo único que tienes igual- Lo peor del caso, o lo mejor, no sé, es que
me lo decía con su sonrisa beatífica. Por un momento deseé tener el poder de
una "moviola del tiempo" y retroceder hasta momentos antes de que me llamara, e
irme por otro lado.
Me imagino que si me pasa a mí, le ocurre a todo el mundo,
eso de que te das cuenta de cómo van
cambiando los demás (y si tienes un poco de juicio, no se lo vas comentando a
todo el mundo, para no herir susceptibilidades), y sin embargo, y espero que se
me entienda, tú siempre te ves igual..
Más de una vez he pensado en la posibilidad de que dos “yo”
de diferentes épocas se cruzaran en un
momento utópico y seguro que ni se paraban a mirarse. Quizás además, el cambio
físico viene acompañado del cambio interior, y los sueños, aspiraciones,
pensamientos, de hace muchos años no tienen nada que ver, con los de ahora. No
es ni mejor ni peor, sino diferente; aunque muchas veces deseara el tener la
ingenuidad de pensar que “una pata de gallo” servía, como lo hacía mi madre,
para hacer una buena sopa, y no para estropear una cara.
De todas maneras, y hablando de mi madre, como me imagino la madre de
muchos, es muy parecida a la madre de Forrest Gump. Me explico. Su filosofía se
resume en frases lapidarias, y además, al ser española, con mucha mezcla de
refranes de los de toda la vida. Y para el tema de hoy, de las consecuencias
del paso del tiempo, me hubiera dicho esa frase tan graciosa, y tan verdad, de que el
tiempo cambia tanto que “hoy” se escribe con “h” y sin embargo, “mañana” sin ella.
¡Es la vida! Y nunca mejor dicho.
*ILUSTRACIÓN: DE LA RED
*ILUSTRACIÓN: DE LA RED