Acabo de bajar a la calle para comprar el pan, y Rosa, la
del quinto, estaba toda preocupada con la Pantoja, que parece que va a ser
abuela otra vez, ahora de su hija, que hoy mismo cumple la mayoría de edad.
-Debe de ser un hijo consentido- me
ha dicho Rosa, mientras me hablaba con
cara pensativa, más allá de sus dudas.
Aunque no le he contestado nada, he
pensado que lo que quería decirme Rosa es que es un embarazo consentido,
porque a los hijos se les consiente, unos padres más y otros menos, después de
haber nacido. Pero la pobre, Rosa, bastante tiene con acabarse de enterar de
que va a ser una especie de “tía abuela honoris causa”, por
la admiración que le tiene a la tonadillera, aunque en su día no le gustó
aquello que dijo de “dientes, dientes, que es lo que les jode”,
cuando estaba con su “noviete”, aquel que fue alcalde. Pero Rosa siempre le
echó la culpa a él, porque ella solo era una pobre mujer enamorada.
Este vecino ha vuelto a casa, mientras intentaba fijar en
su memoria la cara de la hija de la tonadillera, pero solo podía ver el cuerpo
de una jovencita con “una nube” por cara, y es que con eso de la ley de la protección
de menores, lo único que ves en la televisión son cuerpos andantes con una nube
encima, que parece que les está lloviendo todo el rato.
Lo que se le sigue haciendo raro a este vecino es, que una
vez que el hijo del famoso o famosa cumple la mayoría de edad, ese mismo día ya
se pueden ver todas las fotos anteriores sin la nube en la cara, porque parece
que ya ha escampado, al menos, de leyes que prohíben, y el misterio de toda una
vida sale a la luz.
Hablando de nubes…También le parecería lógico a este
vecino, cuando alguien es sospechoso por algo, que de primeras no se
distribuyeran las fotos del “presunto”, a no ser que sea estrictamente necesario para encontrarlo,
porque si luego resulta que la policía se ha equivocado, o que han encontrado
otras pruebas que involucran a otra persona, el primer sospechoso ya está
marcado para toda su vida. Y si hablamos de justicia, precisamente “éso”, no es
justo.
Por cierto, me acabo de dar cuenta, de que con tanta
noticia, al final, no he comprado el pan…Tendré que bajar otra vez, por culpa de
Rosa y su tonadillera.
*FOTO: DE LA RED