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sábado, 13 de diciembre de 2014

SIRENAS DE PÁRAMO, O DÍAS DE BURBUJAS

Personalmente tras esa serie de molinillos con los brazos, echo en falta que salga una paloma, o como es debido, una botella de cava…
¡Perdón! He comenzado  por el final. Me refiero al anuncio navideño de Freixenet. En él, nuestra  María Valverde se marca, o mejor dicho el coreógrafo le ha marcado, unos pasos de baile  a ritmo desenfrenado, como si tuvieran más cosas que hacer que tiempo, y tras muchos gestos…queda en nada.
Quizás la vida es como el anuncio de Freixenet, mucho esfuerzo para llegar a la misma casilla de salida, mientras una voz, a modo de conciencia (en el anuncio un David Bisbal que se atreve con el inglés, aunque el idioma parece que quiera huir) te va diciendo cosas inteligibles o que no quieres entender. Días de burbujas, de lentejuelas, de oropel,  y días de bajón, cuando se apagan las luces, especialmente las de las ideas.
Nunca he puesto ninguna pega a ninguno de los anuncios de la bebida dorada, pero quizás este año ese ritmo desenfrenado tanto en el baile como en la melodía dan la impresión de intentar enmascarar una vida, la nuestra, que bien sea por los años, o por los sucesos sociales, parece que en realidad va a dar paso a otra cosa, a algo totalmente diferente, y se queda en la explosión, en las burbujas…Y no hay nada más. ¿Pura metáfora de la vida?
Investigando, porque no conocía la canción del citado anuncio, Closer tonight, he descubierto a su autor y cantante original, el cubano-neoyorquino Elsten Torres, y la puesta en escena de su vídeo, esa sirena de páramo, me seduce en su idea, y quizás me hace sentir que todos somos, en realidad eso, unas sirenas arrancadas de su lugar de origen, quizás de ese Edén al que pertenecemos e intentamos volver dando coletazos durante toda nuestra vida.
¿Qué imagen puede haber más triste que toda una sirena en una silla de ruedas? Quizás, precisamente, puede ser la cara B de las burbujas doradas, de ese submundo que se quiere ocultar.
Y la canción en sí, mucho más pausada, y sin duda melancólica, da qué pensar; quizás lo que se olvida tras una noche de alcohol y focos.
Esta vez al menos un anuncio me ha servido para algo más de que me entren ganas compulsivas de comprar algo, y es haber conocido a un cantante,  y a su canción, extrañamente ajena a esa superproducción de purpurina, luces y sonrisas.


*FOTO Y VIDEO: DE LA RED








viernes, 13 de diciembre de 2013

QUEMANDO A LOS DÍAS ENTRAÑABLES

Estos días, y a medida que avance el mes,  vamos a ver en todo tipo de lugares y situaciones, la cara A de la Navidad, el dulzor, hasta empalagar, y la nostalgia, hasta hacernos daño. 
Sin embargo, desde esta ventana, este vecino va a lanzar a la hoguera, a modo de víspera de San Juan, aquellas cosas que quemaría de estos días entrañables o el hartazgo que ciertas cosas le producen.
Estoy harto de que estos días tengamos que ser buenos y portarnos bien con todo aquel que el resto del año ni nos traga ni nos trata.
Estoy cansado de recopilaciones en los medios de comunicación de todo lo que ha pasado durante el año. Una especie de lo que sería en un programa deportivo, las mejores y peores jugadas producidas por el género humano o la naturaleza durante todo este año. Todo eso es en realidad horas ya grabadas para ahorrarse mano de obra y dinero en sueldos.
Estoy hasta el tupé de esos “frikis” que van a salir, especialmente en la televisión, que nos van a decir lo que va a pasar el año que viene, y que normalmente solo aciertan que viene un nuevo año.
No puedo más con esos anuncios que huelen a purpurina, confeti, casas de ensueño, y  chicas famélicas, que nos sonríen con unos ojos sugerentes rodeadas de nieve, aunque vayan solo con una bufanda al cuello.
Hace tiempo que me dejó de importar que El Almendro vuelva por Navidad. Que se quede para siempre, o sino que no vuelva, porque ahora estamos más preocupados con todos aquellos, jóvenes especialmente, que se están yendo, y no solo en Navidades, quizás para no volver durante mucho tiempo, porque no tienen ni un euro para comprar el billete de vuelta.
A la hoguera con esas emisoras de radio y de televisión, con ese vecino coñazo, y grandes superficies, que nos inundan todos estos días con villancicos edulcorados.
Es una pena de que el Gobierno disfrazado de Hacienda nos haya quitado la ilusión de que nos pudiera tocar la lotería el día 22 de Diciembre, porque ya no pensamos en lo que pudiéramos ganar, sino en lo que les tenemos que “regalar” a ellos.
Y ya para terminar, estoy harto de esas cenas de empresa, en que además tienes que poner buena cara mientras te ha tocado a alguno de los jefes al lado, e intenta comerte el coco “desvelándote” de que la cosa va muy mal, y de que tenemos que arrimar el hombro entre todos ante las vacas flacas, pero no te dice nada de lo que hizo con el dinero que ganó cuando las vacas estaban bien gorditas y lustrosas.

*FOTO: DE LA RED