Me he pasado la noche donando parte de mi pierna
izquierda, concretamente, lo que viene siendo la zona de la bola, a La Nuri, mi sufrida.
Todo quedaría en una anécdota más, si no fuera parte de
un reflejo, un tanto deformado, como deben de ser los sueños, de la realidad que me rodea.
Un gran amigo de la familia, en realidad un hijo más, y de sólo 34 años, ha
recibido un trasplante de riñón hace apenas unas horas. La lotería de la vida
le ha tocado plenamente. En momentos así, aprecias la solidaridad humana y la
suerte que tenemos en la calidad de la sanidad que hay en España, al menos la que yo conozco en Euskadi, aunque algunos pretendan cargarsela. Hay algo que funciona, y muy bien: Toda la red
montada de trasplantes de órganos, y que debe ser envidia a nivel mundial.
También es un canto, como ya he dicho, a la solidaridad: alguien muere, y con su donación, unos cuantos, muchos en realidad si
añadimos a sus respectivas familias, vivirán a partir de ahora mejor.
Mención expresa deben de merecer esos valientes familiares, que siguiendo, en muchos casos, el deseo expreso del fallecido, siguen las instrucciones, o ellos mismos dan orden de donar lo que su ser más querido, por desgracia, ya no va a necesitar.
Lo mismo que muchos días, la mayoría, agarro de la oreja,
o de partes peores, para repartir collejas honoris causa, hoy aprendería a
tocar la lira para cantar odas a quien hiciera falta. Porque la salud es la
base de los sueños de cada uno. Y hoy hay unos cuantos implicados de la misma tanda de trasplantes de ayer que tienen
un futuro más cierto.
Particularizando, que es gerundio:
Mención expresa también merece el Departamento
de trasplantes del Hospital Universitario de Cruces en Baracaldo, Vizcaya, por
el trabajo que está haciendo siempre, aunque desde hace unos años la sombra de los recortes y los
mismos que sólo se ponen de acuerdo para subirse sus propios sueldos, lo puedan poner en el aire.
Ya se sabe eso de que de bien nacidos es ser agradecidos. Y a partir de hoy una joven esposa y un niño de tres años, entre otros, podrán retomar el camino de los sueños junto con esa persona que ha vuelto a nacer. Desaparecen todo tipo de tinieblas, y el sol vuelve a salir.
Gracias.
*FOTO: DE LA RED