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martes, 31 de diciembre de 2019

UN ANÓNIMO PARA SHARON


Hoy he indagado en el Diccionario de la R.A.E. para confirmarlo y, en efecto, en la entrada relativa a “apático” aparece mi foto, con lo cual ya es oficial: soy apático perdido.

No es de extrañar, pero sí de estreñir, que con el panorama dominante en nuestros días, uno esté más impasible que un faquir encima de su cama de clavos.

Estaba más que convencido de que no iba a aparecer por mi blog hasta el nuevo año, aunque al final sólo queden unas cuantas horas. Sin embargo, ha habido una noticia que me ha dado qué pensar. No quiero crear falsas expectativas tampoco, pero algunas veces lo que puede parecer, de primeras, una nimiedad, se puede pegar a tu piel e irte atravesando, y filtrarse en tus pensamientos.

He oído en la radio, y posteriormente comprobado por internet, de que en estas últimas horas, a Sharon Stone, la actriz protagonista de películas como “Instinto básico” y “Casino”, le han dado de baja como usuaria en una “app” de citas. El motivo ha debido de ser, que varios usuarios se habían quejado de que esa cuenta no podía ser de la actriz de fama mundial. Por lo que al recibir el aviso de que le daban de baja, se ha visto forzada a manifestarse diciendo que era ella misma, y que por favor no la excluyeran…

La aplicación en cuestión (este vecino del mundo no tiene experiencia en ese “mundillo” por decirlo de alguna manera), "Bumble",  debe de ser feminista, así he leído como la consideran los que entienden, porque parece que sólo pueden ser “ellas” las que dan el primer paso de contacto.

Si dejamos reposar la noticia, la mayoría llegaremos a una primera conclusión, como en el título de aquel culebrón, “Los ricos también lloran”, o en otras palabras, los famosos también se tienen que sentir solos. Además con el agravante de que se les presupone “forrados”, y son terreno abonado a acercarse, como decía José María García en su momento, todo tipo de chupópteros bajo la piel de un amigo en ciernes. Al final, y haciendo un chiste fácil, La Stone, pese al apellido, no es de piedra…

De todas maneras, no seamos ilusos. Entre ser lo que antes se denominaba “clase media”, y que ahora somos en realidad meros supervivientes, anónimos eso sí, y ser famoso que se siente solo, me quedo, sin dudar, con ser famoso que se siente solo.

¿Por qué? Muy sencillo. Porque a este último, siempre le queda el recurso de escribir sus memorias, e incluso de que luego se pueda hacer una película sobre su vida. Y forrarse, o seguir más forrado todavía. Y a nosotros, es triste el decirlo, pero si nos recuerdan una vez nos hayamos ido, es muy posible que sea porque hemos dejado deudas...

Antes de intentar contactar con la Stone, que me imagino que para
 estas horas ya habrá cola, aprovecho estas últimas líneas, para desearos a todos una feliz salida y entrada de año:

Muchas felicidades y un próspero año nuevo.

*FOTO: DE LA RED

viernes, 8 de septiembre de 2017

PAÍS, S.A.


Esta semana ha sido algo así como la vuelta al cole de los programas de siempre, y con ella ha comenzado también la vuelta del inefable “El Hormiguero”. 

Personalmente este vecino ve muchas veces el programa de las hormigas más famosas, por aquello de las tecnologías que se van presentando, pero no comprende que si se le da caña al Señor Osborne por sus opiniones, la mayoría de las veces con salidas de pata de banco, el Señor Motos tenga una especie de bula, y muchas veces, viendo y oyendo lo que se ve y se oye, se pueda decir, y no se diga, como se decía en el pueblo imaginario de Miguel Gila, eso de que “Me he quedado sin hijo, pero me he reído…

Con la vuelta al cole de “El Hormiguero” están apareciendo nuevos colaboradores, y ayer le tocó el turno a Mónica Cruz, la hermanísima.

Quedar, lo que se dice, quedar, no quedó nada claro de que va  a ir su sección, pero si nos ceñimos al tema de ayer, lo hubiéramos podido titular, como aquel antiguo culebrón: “Los ricos también lloran”, ya que nos salió La Mónica, de tiros larguísimos, para demostrarnos lo mal que se lo pasa una, durante una gala, como bien pudiera ser, “Los Goya”, con su vestido de marca marquísima, sin ayuda para ir al servicio con esa gran cola, su bolso de mano en el que sólo le caben prácticamente las llaves, y sin una amiga que ayude en el trajín de hacer aguas menores, o mayores.

Personalmente, este vecino del mundo cree que se les fue la olla a todos, y que conste que la Señora Mónica Cruz no tuvo la culpa de nada, sino que todo eso se supone que ya viene en un guion, explicando cómo se utiliza, por ejemplo, un salvaslip dentro de un zapato de tacón, para hacer la estancia del pie dentro, menos incómoda. O cómo, antes de salir de casa, para la gala, se suele tomar un “Ibuprofeno”, para evitar futuros dolores de dedos de los pies. Una especie de tutorial  "antes muerta que sencilla" para andar por casa. Ante la incredulidad de muchos, entre los que este vecino se incluye, y eso que ya pocas cosas le pueden sorprender, se nos dio clase de cómo sufrir para estar brillante de la muerte.

Este vecino del mundo, rogaría al equipo del Señor Motos, que para estar de acuerdo con los tiempos, en futuras entregas de Doña Mónica Cruz, y dando una vuelta de tuerca al formato, se le entregue,  por ejemplo, ochocientos euros en un mes, y demuestre si se sufre para llegar a final de mes, y es más, si lo consigue o no. 

Porque vamos a ser sensatos, es mejor que nos preparen para la pobreza, para la que tenemos más boletos de que nos toque vivir, que una vida de noche de gala, en la que sólo se nos dice de cómo se sufre, pero no se dice las cenas que te tomas, por ejemplo, “by the face”.

Ahora, que se utiliza la palabra “populismo” en cualquier momento, lo de ayer de  “El Hormiguero” fue “no quieras ser de la Jet, porque se sufre muchísimo, y además desde el punto de vista de los pobres, siempre tendrás muy mala prensa”.


Si hubiera que leer entre líneas, en esa nueva sección de “La factoría Motos and Company” se nos va a preparar para la pobreza, demostrándonos, como decíamos al comienzo, que …”Los ricos también lloran”.

Ya lo decía nuestro filósofo de cabecera, el Señor Forges, en los años setenta: PAÍS, S.A.

*FOTO: DE LA RED