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domingo, 13 de septiembre de 2020

EL MONUMENTO DE LA SEMANA

 


Si habría que hacer el monumento de la semana a algo arrebatador, similar a salvar el ninot de todas las fallas, a algo que nos hubiera adelantado por la izquierda, por la derecha, e incluso por el centro, con una especie de editorial sencilla pero rotunda, es el de esa niña con la inocencia de su pequeñez, que en su vuelta al cole, hemos podido ver y oír en todas las televisiones, aunque ella proviene de la Comunidad Valenciana, cómo nos aleccionaba con ese “la vuelta al cole con mascarilla es un poquito peor porque no puedes respirar del todo bien, pero no pasa nada: es mejor eso que morirse".

Este vecino del mundo está convencido de que nuestra sociedad actual no podría hacer nada sin los famosos Polvos de Talco: nos escuece todo. Tenemos la piel expuesta siempre, especialmente desde que las noticias aparecen y desaparecen en cuestión de segundos, y esta semana en lugar de la famosa vuelta al cole pareciera que se hubiera organizado el también famoso “desembarco de Normandía” con padres atribulados no queriendo que sus hijos se convirtieran en héroes en un desembarco que fuera más allá de sus hijos entrando al patio de su colegio de toda la vida, pero con la amenaza del Covid-19, eso sí, que pudiera ser lanzado a modo de bombas por el peor de sus enemigos.

Mi madre, cualquiera de nuestras madres, nos hubiera recordado ese “ni tanto ni tan calvo”, difícil de explicar a cualquier guiri pero que para nosotros es tan rotundo como aplicar el freno de mano, plantarse, y decir eso, también rotundo de “hasta aquí hemos llegado”.

Y ha tenido que ser una niña, anónima por la misma mascarilla, para más inri, que nos ha recordado la inutilidad de quejarse cuando lo que te estás jugando no son ni galgos ni podencos, sino la vida misma.


*FOTO Y  VIDEO: DE LA RED

viernes, 8 de septiembre de 2017

PAÍS, S.A.


Esta semana ha sido algo así como la vuelta al cole de los programas de siempre, y con ella ha comenzado también la vuelta del inefable “El Hormiguero”. 

Personalmente este vecino ve muchas veces el programa de las hormigas más famosas, por aquello de las tecnologías que se van presentando, pero no comprende que si se le da caña al Señor Osborne por sus opiniones, la mayoría de las veces con salidas de pata de banco, el Señor Motos tenga una especie de bula, y muchas veces, viendo y oyendo lo que se ve y se oye, se pueda decir, y no se diga, como se decía en el pueblo imaginario de Miguel Gila, eso de que “Me he quedado sin hijo, pero me he reído…

Con la vuelta al cole de “El Hormiguero” están apareciendo nuevos colaboradores, y ayer le tocó el turno a Mónica Cruz, la hermanísima.

Quedar, lo que se dice, quedar, no quedó nada claro de que va  a ir su sección, pero si nos ceñimos al tema de ayer, lo hubiéramos podido titular, como aquel antiguo culebrón: “Los ricos también lloran”, ya que nos salió La Mónica, de tiros larguísimos, para demostrarnos lo mal que se lo pasa una, durante una gala, como bien pudiera ser, “Los Goya”, con su vestido de marca marquísima, sin ayuda para ir al servicio con esa gran cola, su bolso de mano en el que sólo le caben prácticamente las llaves, y sin una amiga que ayude en el trajín de hacer aguas menores, o mayores.

Personalmente, este vecino del mundo cree que se les fue la olla a todos, y que conste que la Señora Mónica Cruz no tuvo la culpa de nada, sino que todo eso se supone que ya viene en un guion, explicando cómo se utiliza, por ejemplo, un salvaslip dentro de un zapato de tacón, para hacer la estancia del pie dentro, menos incómoda. O cómo, antes de salir de casa, para la gala, se suele tomar un “Ibuprofeno”, para evitar futuros dolores de dedos de los pies. Una especie de tutorial  "antes muerta que sencilla" para andar por casa. Ante la incredulidad de muchos, entre los que este vecino se incluye, y eso que ya pocas cosas le pueden sorprender, se nos dio clase de cómo sufrir para estar brillante de la muerte.

Este vecino del mundo, rogaría al equipo del Señor Motos, que para estar de acuerdo con los tiempos, en futuras entregas de Doña Mónica Cruz, y dando una vuelta de tuerca al formato, se le entregue,  por ejemplo, ochocientos euros en un mes, y demuestre si se sufre para llegar a final de mes, y es más, si lo consigue o no. 

Porque vamos a ser sensatos, es mejor que nos preparen para la pobreza, para la que tenemos más boletos de que nos toque vivir, que una vida de noche de gala, en la que sólo se nos dice de cómo se sufre, pero no se dice las cenas que te tomas, por ejemplo, “by the face”.

Ahora, que se utiliza la palabra “populismo” en cualquier momento, lo de ayer de  “El Hormiguero” fue “no quieras ser de la Jet, porque se sufre muchísimo, y además desde el punto de vista de los pobres, siempre tendrás muy mala prensa”.


Si hubiera que leer entre líneas, en esa nueva sección de “La factoría Motos and Company” se nos va a preparar para la pobreza, demostrándonos, como decíamos al comienzo, que …”Los ricos también lloran”.

Ya lo decía nuestro filósofo de cabecera, el Señor Forges, en los años setenta: PAÍS, S.A.

*FOTO: DE LA RED