“It's a little bit funny this feeling inside…”
Hoy me he despertado pensando en esta canción, preciosa
por cierto, Your song, de Elton John. Ya tengo banda sonora para este día.
Además, no sé a vosotros pero como piense en una canción a primera hora, ya
tengo tonadilla para todo el día.
Lo de pensar en esta canción estos días tampoco tiene
mérito, sino más bien una gentileza de los publicistas de “El Corte Inglés”. De
todas maneras, y pensándolo fríamente, la
importancia que tuvo en su momento, la rapidez de un espermatozoide y… apareció
Elton John, porque de lo contrario, si otro espermatozoide hubiera ganado
aquella carrera, la historia, de la música, y en general, no sería la misma.
Aquel Rocket man, de 1972, cuando este vecino del mundo,
no soñaba con ser vecino, bastante tenía con sus dieciséis años, y sus amigos
metidos en los futbolines todos los
días, donde también había una máquina de pedir, previo pago naturalmente,
canciones de las que estaban de moda en el extranjero, donde estaba ese Rocket
man, de un tal Elton John.
Mi padre decía que el tal Elton tenía “pintas” equivocas.
Yo pensaba, y callaba para no ganarme una colleja, que de equivocas nada, eran
explicitas; pero eran hijos de una guerra, los hombres de la generación de mi
padre y muchos años de dictadura en
blanco y negro, sobre todo negro, y como al olmo, tampoco les podías pedir
peras.
Siempre recordaré el primer día que mi padre vio por
televisión, por ejemplo, a Los Bee Gees, mejor no preguntarle cómo se llamaban,
porque tendríamos para todo el día. Recuerdo bien, nunca se me olvidará, que
dijo “cantan como hembras”. No era el momento, aquel año no fue el momento,
para decirle que me encantaban, y que a aquella manera de cantar se le llamaba “falsete”.
Mi padre no era malo, y no porque fuera mi padre. Era buena gente, pero hijos de una época.
Y quizás peor papeleta hemos tenido nosotros, que con
aquellos mimbres, y viendo lo que se gestaba en otros sitios, hemos tenido que
callar por un lado, para ahorrarnos
posibles collejas que se veían venir, y ser “modernos” fuera de casa.
Solo recordar que en 1975, los últimos estertores del
dictador, Felipe González era lo no va más en ideas políticas modernas, y viéndolo
ahora, mareado de tanta puerta giratoria, quizás puedes pensar: “Tanto paso del
desierto, para ésto”.
Por eso, a elementos como Elton John, aunque ya en su
indumentaria en estos momentos, parecen meras imitaciones,
les tienes que pedir solamente sus canciones, verdaderas joyas, sentimientos hechos
música con los cuales la vida siempre es más fácil. Aunque de vez en cuando,
alguna gran marca, y a la sombra de las creaciones del “Elton” de su
mejor época, nos quiera pegar un sablazo sentimental a una generación, que en
teoría, todavía tiene posibles.
“Es curiosa esta sensación interior…”
*FOTO: DE LA RED