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miércoles, 22 de mayo de 2013

CUESTIÓN DE ATRIBUTOS


¿Los señores políticos europeos se habrán dado cuenta de que son nuestros embajadores y escaparate en el extranjero?
Mucho se habla de la marca España, Italia, o la que sea, pero lo que verdaderamente sienta cátedra últimamente son esos señores, muchos de ellos vestidos de azul, o de negro, que representan a los diversos países en las reuniones que tienen un día sí y el otro también.
Este vecino es de la opinión de que se ahorrarían muchos gastos, si en lugar de trasladarse cada vez que hay una reunión, ellos y su séquito, o más bien su “saquito” de gastos, estarían reunidos siempre, y muy de vez en cuando volvieran a sus raíces. Y es que en realidad aunque están en cada uno de sus países, han dado muestras de sobra de que no se enteran de las verdaderas preocupaciones de la gente. Ni al Señor Aznar, muchos años siendo ya ex-presidente, no le parece raro, ya vuelto a la “normalidad” de una vida, que en la boda de su hija, hubiera un regalo de más de treinta mil euros para luces. Así cualquiera se luce desde luego.
Por cierto, ha habido alguno de mis lectores que me ha preguntado por qué siempre soy tan correcto a la hora de mencionar a la gente de la que hablo, y siempre digo “señor” o “señora” antes de decir su nombre. En realidad no es, en mi caso, ni símbolo de distinción, ni respeto al susodicho o susodicha. Es más que nada un reflejo de la niñez. Cuando somos pequeños, a la hermana de nuestra madre, por ejemplo, le llamamos Tía Ana, pero si nos damos cuenta, llega un momento en que “tía” no es la categoría o calificativo de Ana, sino que forma parte de su nombre, en lugar de ser por ejemplo, Ana María, es Tía Ana, forma parte de su nombre, ya es un nombre compuesto, pues lo mismo me ocurre hablando de la gente en general. No es respeto, que lo tengo también, sino que forma parte del nombre de cada uno. Lo mismo que yo soy “vecinodelmundo”.
Volviendo al tema que nos ocupa, flaco favor están haciendo todos los políticos, diplomáticos, y similares, porque la visión que tenemos de nuestros vecinos europeos, sinceramente, es cada vez peor.
Estas vacaciones veraniegas, aquel que se lo pueda costear, o aquel que estando en el paro, vuelva a su pueblo de origen para chupar unos días del bote familiar, como coincidamos en algún bar o cafetería con el guiri de turno, y le veamos, por ejemplo, pinta de alemán, fácilmente le daremos unos recados para su Tía Merkel, y es que se lo tienen merecido, la Merkel, el Marianito Rajoy, que ya parece más Marianito el Corto, porque no se entera, de que todo lo que está haciendo no sirve de nada para salvar la crisis.
Este vecino del mundo lleva mucho tiempo convencido, de que comenzarán a cambiar las cosas en el foro europeo, el día que nuestro “presi” de turno, literalmente muestre sus atributos a sus señorías, y les diga que no es que los tenga grandes, sino que los tiene hinchados de la política que le están obligando a hacer, y que a partir de ahora solo va a mirar por su país, copiando la política de la Merkel, y otros, que naturalmente solo miran por el suyo.

*FOTO: DE LA RED