Cuando te metes en el cine
huyendo de los rigores del verano, pero teniendo en mente que la película en
cuestión, “Abracadabra”, es lo último, por ahora, de un gran innovador visual
como es el bilbaíno Pablo Berger, puede dar como resultado, lo que le ocurrió a
este vecino del mundo ayer; que salgas del cine preguntándote: ¿Es verdad la
propuesta que he visto? Y mi inmediata respuesta fue: Sí. Y ha sido impresionante,
en su supuesta, y que se me entienda por favor, “vulgaridad”.
Carmen (Maribel Verdú), ama
de casa con toques de modernidad, para ella, pero “maruja” para la mayoría, de
un conocidísimo barrio madrileño (Carabanchel), descubre un día, mientras
asiste a una ceremonia familiar, que su marido, Carlos (Antonio De la Torre), puede
estar poseído por un “ente”, comenzando así una exhaustiva investigación, entre ¿terrorífica? y dislocadamente
disparatada, para intentar “salvarlo”.
Primeros
planos de una Maribel Verdú que casi la distorsionan para darnos a entender el punto de su dilema personal en el que se encuentra. A
destacar la escena en que Verdú baila en una discoteca con un De la Torre
totalmente desatado.
Mención
aparte merece la escena en que Julián Villagrán les muestra a Verdú y a José Mota un piso mientras se transforma
en una especie de mensajero del ayer. Desde ya candidato a mejor actor de
reparto en los próximos Goya.
Una
gran película disfrazada de cinta menor, con grandísimas interpretaciones y
dónde los encargados de vestuario han debido de tener carta blanca para llegar
hasta el delirio, remarcando de esa manera, lo extraordinariamente chabacano de
unos personajes que viviendo en un barrio de clase media baja, es un decir, sus
vivencias durante el metraje de la película, son de todo menos normales.
Una
mirada de Pablo Berger, convertido en “Juan Palomo” (dirección, guion y coautor
de la música junto a Alfonso de Vilallonga) que tenía muy alto el listón tras
su “Blancanieves”, y que se ha superado con creces, sin parar de diseccionar la
vida, por otra parte anodina, de una perdedora ante un marido machista donde
los haya.
Película
plagada de estupendas interpretaciones:
Maribel
Verdú interpretando a una ama de casa vulgar, muy vulgar, y a la par sumisa y aprendiz de domadora de
marido (Antonio de la Torre) machista entre los machistas. A destacar los
cambios de expresión del Señor De la Torre para interpretar esa doble
personalidad que le habita. Un José Mota inconmensurable en su vulgaridad como primo, y muy inquietantemente siniestro
como hipnotizador de tres al cuarto.
Si
quieres ver lo que ha sido este año el cine español, es de obligado
cumplimiento.
Dentro de unos años este
título tendrá un papel preponderante en las listas de películas feministas
españolas, aunque en realidad reparta estopa para todos, porque donde alguien se comporta como un dictador de su
casa, hay otr@ que cede, normalmente por miedo, y eso siempre aleja el amor.
Resumiendo: comedia negra,
disfrazada de hortera que confundirá a muchos, por aquello de ver los árboles y
no el bosque.
*FOTO: DE LA RED