CASI UNA BONITA HISTORIA

Hace unos días me ocurrió algo curioso.
Eran las ocho de la mañana, no tenía sueño, y aunque era temprano para estar de vacaciones,ví que Afgano,me miraba con ojos amorosos mientras se acercaba a la puerta y era obvio lo que quería.
Los primeros conquistadores de arena ya habían tomado posesión de su tesoro, y mi perro me encaminaba hacia el centro de Torrevieja. Afgano es pequeño pero fuerte y cuando tiene una meta no ceja en su empeño hasta culminarla.
Había llevado mi cámara de fotos, y al llegar al puerto comencé a disparar mientras intentaba encontrar buenos encuadres. El color del mar y del cielo se juntan creando
un azul inmenso. Estaba yo en estas cuando mi cámara capturó la imagen que acompaña a estas letras.
Era totalmente sugerente. Un hombre en la soledad de la grandeza con gesto quizá de abatimiento.
Mi imaginación comenzó a volar en busca de bonitas historias en las que al protagonista un acontecimiento inesperado llevaba a aquel final, o comienzo del final.
Su pareja quizá le había abandonado, rompiendole el corazón. Era una buena historia para incluso una habanera, sobre todo teniendo en cuenta que nos encontramos en Torrevieja, el templo de ese son.
Sus ojos debían estar surcados por ríos de desesperanza. Quizás le había encontrado en brazos de su mejor amigo.
Con miedo de que pudiera cometer cualquier tontería, me acerqué a él, y le pregunté si podía ayudarle. Con problemas en la pronunciaciòn me contestó: Eztaba abzorto en la vizta, y abrí la boca, cuando ze me cayó la dentadura, y en ezte momento me eztaba...(pues eso que ya os imaginais)... en loz muertoz de mi dentizta.
Algunas veces el preguntar por más detalles puede estropear una bonita historia.