Antes de nada, advierto que el tema de hoy puede herir susceptibilidades, pues enfoca en cierta manera un tema racista.
Viendo la tele este mediodía he tenido una gran idea. Si en algún momento me quedo en el paro, ¡Dios no lo quiera!, ya se a qué me voy a dedicar. Voy a ser diseñador, por ahora no se de qué, pero eso es lo de menos. La idea en realidad no ha sido mía. Viendo programas de color, de color rosa, me he dado cuenta de que muchas guapas se dedican a eso, y no parece que les va mal.
Hasta ahora había deseado ser "controlador aéreo" pero está claro que es mucho más
estresante. Lo de menos es a qué tipo de diseño, pues lo más importante es la palabra en sí. Decir “diseñador” suena a mezcla entre descubridor e inventor.
De todas maneras, lo que sí tengo claro es que no debe de requerir mucho esfuerzo, pues muchas de ellas están siempre en todo tipo de saraos.
Ahora viene el punto racista... A mi me huele que en este asunto sobre famosos y diseño, tiene que haber mucho negro. No me creo que gente neófita, de buenas a primeras, pueda presentar toda una colección, por ejemplo, de joyas y que funcione. De lo contrario, ¿qué ocurre con todos aquellos que llevan toda su vida preparándose para ello?
Me parece incluso lícito que empresas de todo tipo intenten fichar a caras conocidas para vender sus productos, pero decir que lanzan diseños de esas personas, pues...con perdón, no me lo creo.
Colaría si dirían que esa gente famosa colabora en cierta manera en la producción, o oomo mucho en la idea o en el concepto de sus productos, pero considero que decir “diseño” es muy serio.
Como siempre me gusta ver el lado positivo en todo, habrá que acordarse de todos aquellos que aunque no se les reconozca, ni el mérito ni porque trabajan en la penumbra, viven de la estela dejada por esas estrellas del momento.
En el gran teatro del mundo, como dijo el clásico, no hay que olvidar que los focos dirigen nuestras miradas y mientras los actores principales se llevan los aplausos, los secundarios además de su papel en la obra, montan y desmontan los decorados, y es que...trabajan como negros.
IRONÍAS DE UN VECINO DEL MUNDO, CON LA VENTANA ABIERTA DE PAR EN PAR. DE VUELTA DE CASI NADA, PERO MAREADO DE TANTAS VUELTAS.
viernes, 24 de septiembre de 2010
jueves, 16 de septiembre de 2010
LA CHICA DEL CINEMA
Ya se respira aires cinematográficos en Donosti. Hoy ha amanecido la ciudad preparada para ser, por ejemplo, el set de una película de cine negro. Predominan los colores entre verde y gris. Hace tan sólo veinticuatro horas añadiendo algunas palmeras y chicas con patines, hubieramos pensado que estabamos en
Los Angeles.
La ciudad ha adoptado el disfraz que se espera de ella. Es el tiempo típico que se supone por estos lares, aunque luego, ya se sabe, todo son estereotipos. Ni en España todos son toreros, algún futbolista que otro también hay, ni en Los Angeles todo son estrellas de cine, alguien, por ejemplo les tiene que dar de comer.
Pasear al lado del Urumea, en cualquier época del año es una preciosidad. Te cargas las pilas mientras caminas bajo la protección de edificios con un inequívoco toque francés. Al llegar a la altura del Maria Cristina y Victoria Eugenia tu indumentaria es netamente Belle Epoque.
No todos los que se acercan estos días a Donosti, tienen relación directa con la industria del cine.
Hay amantes del cine, y del mundo que le redoa, que intentan hacer coincidir sus vacaciones con el festival.
Hace ya años que coincidí con una chica joven, mientras estabamos precisamente al lado del Urumea, frente al Maria Cristina, esperando a ser cegados por alguna que otra estrella que pudiera aparecer.
Me comentó que pese a su aparente juventud, llevaba ya unos cuantos años haciendo coincidir sus vacaciones, con ese evento, y por nada del mundo pensaba cambiar su costumbre. No era negociable. Recuerdo perfectamente que mientras hablábamos pasó un coche descapotable con una señora muy mayor, que seguía teniendo mucho glamour, porque eso se tiene o no se tiene, ni se vende ni se compra. Era Lana Turner toda una leyenda del mundo del cine. Ya se rumoreaba que estaba muy enferma, pero como buena profesional cumplió con su papel perfectamente. Y es que "the show must go on..." El espectáculo tiene que continuar.
Pensandolo bien, la lluvia de hoy es una pura metafora, porque es lluvia...pero de estrellas.
Los Angeles.
La ciudad ha adoptado el disfraz que se espera de ella. Es el tiempo típico que se supone por estos lares, aunque luego, ya se sabe, todo son estereotipos. Ni en España todos son toreros, algún futbolista que otro también hay, ni en Los Angeles todo son estrellas de cine, alguien, por ejemplo les tiene que dar de comer.
Pasear al lado del Urumea, en cualquier época del año es una preciosidad. Te cargas las pilas mientras caminas bajo la protección de edificios con un inequívoco toque francés. Al llegar a la altura del Maria Cristina y Victoria Eugenia tu indumentaria es netamente Belle Epoque.
No todos los que se acercan estos días a Donosti, tienen relación directa con la industria del cine.
Hay amantes del cine, y del mundo que le redoa, que intentan hacer coincidir sus vacaciones con el festival.
Hace ya años que coincidí con una chica joven, mientras estabamos precisamente al lado del Urumea, frente al Maria Cristina, esperando a ser cegados por alguna que otra estrella que pudiera aparecer.
Me comentó que pese a su aparente juventud, llevaba ya unos cuantos años haciendo coincidir sus vacaciones, con ese evento, y por nada del mundo pensaba cambiar su costumbre. No era negociable. Recuerdo perfectamente que mientras hablábamos pasó un coche descapotable con una señora muy mayor, que seguía teniendo mucho glamour, porque eso se tiene o no se tiene, ni se vende ni se compra. Era Lana Turner toda una leyenda del mundo del cine. Ya se rumoreaba que estaba muy enferma, pero como buena profesional cumplió con su papel perfectamente. Y es que "the show must go on..." El espectáculo tiene que continuar.
Pensandolo bien, la lluvia de hoy es una pura metafora, porque es lluvia...pero de estrellas.
martes, 14 de septiembre de 2010
CUESTIONES INFERNALES
Antes para conseguir algo que fuera en contra del devenir de la vida, tenías que vender tu alma al diablo, ahora parece que no hace falta.
Tras un tiempo fuera de la circulación reaparece Miguel Bosé y, al contrario que los demás humanos en vez de acumular años, él se los ha quitado. Le han desaparecido arrugas, canas, barriga y todo aquello que indica el paso de los años, y sólo llevando una vida sana y cuidando la alimentación.
Yo soy de su misma quinta, y por lo que parece ni llevo una vida sana ni cuido mi alimentación. Por cierto, que ande con mucho cuidado, pues con esa alimentación se le han puesto los ojos achinados, y a lo mejor eso podrìa ser un síntoma de estar estreñido.
Hay declaraciones que deberían cuidarse antes de hacerlas, porque la gente que las oye puede pensar que o nos toman por tontos o nosotros no sabemos lo que vale un peine.
A veces convendría, en un rasgo de sinceridad, confesar que, uno o una, se deben al showbusiness y tienen que cuidar su imagen, estimando conveniente un retoque en chapa y pintura.
El tiempo pone a cada uno en su sitio y a veces, como se dice en mi pueblo, hace que se les vea el plumero.
Hay artistas de los que has seguido su trayectoria desde siempre y recuerdas por ejemplo que son dos años mayor que tú, y pasados los años, son cuatro años más jovenes que tú, y además lo juran y lo perjuran.
Otros en cambio cesan su relación marital durante un tiempo para pensarselo bien si se dan otra oportunidad.
Esa es la versión oficial, que dicho sea de paso nadie les ha pedido que la confiesen. Luego, con el paso del tiempo te enteras que para cuando hicieron esa declaración ya habían presentado los papeles para la separación.
Y volviendo al comienzo del pensamiento de hoy... Antes para conseguir algo que fuera en contra del devenir de la vida, tenías que vender tu alma al diablo, ahora parece que no hace falta. Así lo ha demostrado Miguel Bosé que sólo le tuvo que escribir una canción...Don Diablo.
Tras un tiempo fuera de la circulación reaparece Miguel Bosé y, al contrario que los demás humanos en vez de acumular años, él se los ha quitado. Le han desaparecido arrugas, canas, barriga y todo aquello que indica el paso de los años, y sólo llevando una vida sana y cuidando la alimentación.
Yo soy de su misma quinta, y por lo que parece ni llevo una vida sana ni cuido mi alimentación. Por cierto, que ande con mucho cuidado, pues con esa alimentación se le han puesto los ojos achinados, y a lo mejor eso podrìa ser un síntoma de estar estreñido.
Hay declaraciones que deberían cuidarse antes de hacerlas, porque la gente que las oye puede pensar que o nos toman por tontos o nosotros no sabemos lo que vale un peine.
A veces convendría, en un rasgo de sinceridad, confesar que, uno o una, se deben al showbusiness y tienen que cuidar su imagen, estimando conveniente un retoque en chapa y pintura.
El tiempo pone a cada uno en su sitio y a veces, como se dice en mi pueblo, hace que se les vea el plumero.
Hay artistas de los que has seguido su trayectoria desde siempre y recuerdas por ejemplo que son dos años mayor que tú, y pasados los años, son cuatro años más jovenes que tú, y además lo juran y lo perjuran.
Otros en cambio cesan su relación marital durante un tiempo para pensarselo bien si se dan otra oportunidad.
Esa es la versión oficial, que dicho sea de paso nadie les ha pedido que la confiesen. Luego, con el paso del tiempo te enteras que para cuando hicieron esa declaración ya habían presentado los papeles para la separación.
Y volviendo al comienzo del pensamiento de hoy... Antes para conseguir algo que fuera en contra del devenir de la vida, tenías que vender tu alma al diablo, ahora parece que no hace falta. Así lo ha demostrado Miguel Bosé que sólo le tuvo que escribir una canción...Don Diablo.
lunes, 13 de septiembre de 2010
JOLIN CON ANGELINA
Ayer, sábado, fuimos al cine
pues tenía una cita con Angelina Jolin, como yo la llamo por razones obvias. La
pelicula en cuestión es Salt.
Teniendo en cuenta que el
cine, a parte de ser considerado como el séptimo arte, es también una
transacción económica, desde ese punto de vista, ningún tipo de protesta. Esto
lo comento, porque ahora el cine se te pone bastante caro. Quién más quién menos
no va al cine solo. Si como yo, eres cabeza de familia, ...pagas por todos los
pecados. Fui con mi mujer, y mi hijo mayor. Tres personas, entre la entrada,
unas chuches, y una bebida para cada uno, pues el negocio ahora está diseñado
de esa manera, se te pone como una entrada de teatro con la Angelina actuando
en directo para ti sólo.
De hecho, yo ya noté que en
algún momento me miraba con picardía.
Es una película que desde el
primer momento te atrapa y no paras de esquivar balas hasta el final de la aventura.
Desde el punto de vista argumental hay cosas que se ven venir, pero como a la
que más se le ve venir, ir, subir, bajar, y dar es a la Angelina, pues Jolin,
todos contentos que para eso hemos ido a visitarla.
Especial mención merece el
derroche de decibelios de la cinta en cuestión. Al final de la película me pasé
un buen rato buscando medio tímpano que me había saltado entre ráfaga y
ráfaga.. No hubo manera. Lo consideré como un daño colateral.
Atrás quedó la época de que
para darte un susto en una escena, el guionista introducía algo que no
esperabas, quizás una mano que tocaba en el hombro al protagonista, y que luego
era un amigo suyo que le venía a preguntar algo. Ahora, te lanzan una buena
ración de decibelios, y mientras te recuperas la película, ya ha finalizado.
Analizando por un momento la
belleza de la Jolin, quizás tiene un conjunto de “demasiados”: demasiados
pómulos, demasiados ojos, aunque sólo tenga dos, demasiado delgada, que al
final consiguen que ella esté demasiado.
A mi mujer no le importa que
diga estas cosas; me comprende, porque a ella le pasa lo mismo con algunos
actores, en especial con George Clooney, aunque yo como buen español siempre le
digo:
-Uff, no se qué me da que a
ese le gustan los hombres, aunque yo no tengo nada en contra de eso...
*FOTO: DE LA RED
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jueves, 2 de septiembre de 2010
SOBRE LENTILLAS Y ANGULAS
La verdad es que he tardado más días en volver a escribir que lo que tenía planeado.
Parece ser que las musas se quedaron en Torrevieja y han venido andando.
Alguien dijo alguna vez que las musas siempre te tienen que pillar
trabajando y...aquí estoy.
Antes de nada, para aquellos que tienen el buen gusto de leerme, les diré que ya hemos vuelto a San Sebastián, Donosti, hace unos días, y la vida poco a poco va volviendo a la normalidad.
El término “normalidad” no se si es bueno o malo, pues usualmente es sinónimo de rutina, y si algo me he propuesto últimamente es que la vida no sea rutina.
Tras pensar un poco, cosa que me cuesta (problemas con la única neurona), he llegado a la conclusión de que el sentimiento de rutina viene teñido de aburrimiento y quiero que mi vida, y la de mi familia, sea de eterno descubrimiento.
Me he comprado unas lentillas cojonudas, con las cuales me he hipotecado para toda la vida, pero sinceramente no me importa, pues me han garantizado que con ellas voy a ver el mundo con los ojos de un niño que va descubriendo todo poco a poco.
Hay que tomarse la vida como el mejor de los manjares, por ejemplo, angulas, que con lo caras que dicen que están, pues hace muchos años que desaparecieron, primero de mi vida, y luego de mi vocabulario, hay que comerlas saboreando y muy poco a poco. Por cierto, que con los precios que dicen que tienen, yo siempre me
he imaginado que las venden en joyerías, por aquello de guardarlas en la
caja fuerte.
En realidad, al volver de vacaciones, al menos en mi caso, estas lleno de grandes propósitos que como siempre, casi nunca cumples, pero que te hace sentir incluso un poco de morbo cada vez que te alejas de ellos, y te planteas firmemente que al despertar del día siguiente retomarás las riendas perdidas. Pero esta vez estoy seguro que sí lo voy a cumplir...¡con lo que me han costado las dichosas lentillas!
Y va a ser la leche ir redescubriendo, por ejemplo, el arte. Mirar a tu alrededor, y ver, verbos que no siempre van juntos. Oir música y sentirla como si fuera la primera vez. Redescubrir el buen cine.. Volver a sentir la sensación de conocer, por ejemplo, al Doctor Zhivago, estando seguro de que esta vez Lara estará por siempre con él, y que la banda sonora de Maurice Jarre nos hará a todos un poco mejores.
No...si al final las lentillas me van a salir baratas.
Parece ser que las musas se quedaron en Torrevieja y han venido andando.
Alguien dijo alguna vez que las musas siempre te tienen que pillar
trabajando y...aquí estoy.
Antes de nada, para aquellos que tienen el buen gusto de leerme, les diré que ya hemos vuelto a San Sebastián, Donosti, hace unos días, y la vida poco a poco va volviendo a la normalidad.
El término “normalidad” no se si es bueno o malo, pues usualmente es sinónimo de rutina, y si algo me he propuesto últimamente es que la vida no sea rutina.
Tras pensar un poco, cosa que me cuesta (problemas con la única neurona), he llegado a la conclusión de que el sentimiento de rutina viene teñido de aburrimiento y quiero que mi vida, y la de mi familia, sea de eterno descubrimiento.
Me he comprado unas lentillas cojonudas, con las cuales me he hipotecado para toda la vida, pero sinceramente no me importa, pues me han garantizado que con ellas voy a ver el mundo con los ojos de un niño que va descubriendo todo poco a poco.
Hay que tomarse la vida como el mejor de los manjares, por ejemplo, angulas, que con lo caras que dicen que están, pues hace muchos años que desaparecieron, primero de mi vida, y luego de mi vocabulario, hay que comerlas saboreando y muy poco a poco. Por cierto, que con los precios que dicen que tienen, yo siempre me
he imaginado que las venden en joyerías, por aquello de guardarlas en la
caja fuerte.
En realidad, al volver de vacaciones, al menos en mi caso, estas lleno de grandes propósitos que como siempre, casi nunca cumples, pero que te hace sentir incluso un poco de morbo cada vez que te alejas de ellos, y te planteas firmemente que al despertar del día siguiente retomarás las riendas perdidas. Pero esta vez estoy seguro que sí lo voy a cumplir...¡con lo que me han costado las dichosas lentillas!
Y va a ser la leche ir redescubriendo, por ejemplo, el arte. Mirar a tu alrededor, y ver, verbos que no siempre van juntos. Oir música y sentirla como si fuera la primera vez. Redescubrir el buen cine.. Volver a sentir la sensación de conocer, por ejemplo, al Doctor Zhivago, estando seguro de que esta vez Lara estará por siempre con él, y que la banda sonora de Maurice Jarre nos hará a todos un poco mejores.
No...si al final las lentillas me van a salir baratas.
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