El tema del que voy a hablar hoy me excita sobremanera, y en contra de
lo que se pudiera pensar en un primer momento, no estoy hablando de sexo aunque paradojicamente nunca antes me han jodido tanto,y eso que recapacitando, anteriormente nunca me han jodido...bueno, ya me entendeis...
Estoy hablando de la decisión del gobierno de intentar cambiar el protocolo para que la gente, el pueblo en realidad, no pueda abuchear a las autoridades reunidas el 12 de Octubre, durante el desfile de las fuerzas armadas.
No hace falta decir que eso sería una auténtica cacicada. Soy de la opinión de que cada trabajo tiene su riesgo, aún torero le puede pillar un toro, sin olvidar que también le puede pitar el público, un cineasta puede recibir malas críticas, y además arruinar a un productor. Un sacerdote tiene que cumplir con sus votos. Todo tiene su lado bueno y su lado malo, y ahora, el gobierno quiere quitar parte de su lado malo.
Quizás puede no parecer importante, pero lo es, sería instaurar una censura de comportamiento, se puede empezar por eso, y luego cogerle afición y censurar todo lo que no guste.
La gente por lo menos tiene que tener el derecho al pataleo para hacer ver al gobierno de turno, que no lo está haciendo nada bien.
Al gobierno le molesta los pitidos, pero no debería de vivir en una burbuja separado de la realidad, y no oír nada, sino precisamente el abucheo debería de hacerles pensar de que, quizás, no lo están haciendo nada bien.
El cerrar los ojos, e incluso las orejas, no debe ocultar la realidad del momento actual.
La posible actuación del gobierno en este caso , me recuerda aquella escena en la que un grupo de niños está haciendo perder los nervios a un Arnold Schwarzenegger en el papel de un poli de guardería que cuando ya no sabe que hacer para que los niños se calmen, les grita "Aquí no se hace pis", y es que...muerto el perro se acabó la rabia, e incluso se acabó con el perro, ...pero siguen las ganas de hacer pis.
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