Al final con tanto famoso viendo las orejas al lobo en
forma de coronavirus, no vamos a ser nada si el dichoso bichito no nos ha dado a
cada uno de nosotros unas cuantas cornadas en el mismo ojo hasta casi perderlo.
Lo de Boris Johnson en cambio es para hacérselo mirar, cuando
se recupere, que ojalá sea pronto. Y es que además de ser chulo, más que un ocho,
cuando te pones chulo es lo que te pasa. Viene el destino y te hace
tomar dos tazas de tu propia medicina. Además, a los que les cae mal, que somos
muchísimos, nos tenemos que callar porque en ese caso nos pueden tachar de
abusones.
De todas maneras, esperemos que si al Señor Johnson por
aquello de la fiebre, le provoca visiones, y ve un túnel con una luz brillante
al fondo, no vea también a su imperio británico en el horizonte, porque se nos lanza como
un escapista sin vuelta atrás.
No sé por qué me da que para cuando todo vuelva a la
normalidad, si algún día eso ocurre, quizás lleguemos a la conclusión de que
este año no teníamos que haber guardado el árbol de navidad ni ese espumillón
que está dando vueltas por casa, pero en fechas siempre equivocadas.
Este año, si volvieran las burbujas de Freixenet no me
extrañaría que bailaran al son del Resistiré y de un Dúo Dinámico 3.0 en honor
de todos esos que son pacientes de riesgo, y es porque la vida les ha pasado
por encima y alguna consecuencia tenía que tener.
Y ya para terminar, una pregunta inocente: ¿Alguien sabe
algo de Trump? A lo mejor nos enteramos de que ya ha metido en la cárcel a “Coronavirus
y a su banda” que además tenían una extraña conexión chino-latina, y les hace responsables
de todos esos cadáveres que ya no caben en las diferentes morgues.
Si alguien creyó en algún momento que nombrar presidente a un
individuo como Donald Trump era un buen comienzo para una serie en el canal de la vida misma, que sepa que ya ha pasado de la comedia al esperpento y va directamente a la
tragedia. ¿No va siendo hora de cambiar la programación?
*FOTO: DE LA RED
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