Estos días ha salido a la luz una encuesta en la que se muestra que muchos
de los actores españoles están bordeando la pobreza, siendo mayoría los que no
ganan al año seis mil euros trabajando solamente en lo suyo. Y a este vecino del mundo, inmediatamente le ha venido a la mente esa magnifica película, de Don Fernando Fernán Gómez, que es "El viaje a ninguna parte".
Quizás, esa cierta fama de gorrón que antiguamente tenían
muchos de los actores, venga motivada ya de siempre, por intentar sobrevivir más
que vivir. Y quizás más de uno haya tenido que desplegar sus dotes
interpretativas más fuera del escenario, en la vida diaria, que dentro. Porque
entre “estar sin blanca” (una expresión que apenas se oía ya, pero que quizás
con la crisis, se esté volviendo a usar desgraciadamente), y estar tieso de dar
pena, siempre hay un gran camino, marcado especialmente por el orgullo y el no
dar el brazo a torcer al haber tomado la decisión de su vida.
Y es que no es lo mismo morirse de hambre, en este caso
por ser actor, o actriz, y no trabajar por no valer para ello, o ser pésimo
actor. Está claro que ni todos los futbolistas son millonarios ni los actores
conocidos, o no, tengan aseguradas las alubias de mañana. Y es que en esa
profesión tan aventurera que siempre ha sido la de actuar, últimamente el
famoso “I.V.A. cultural” (21%) ha condenado a la gran mayoría a alejarse de las
tablas. Porque entre dar de comer a la familia de los productores, y jugarse la
hacienda por Hacienda, los productores siempre elegirán que mejor lo primero, ya que lo segundo más que ayudar al
arte se ha convertido en el juego de la ruleta rusa, y a juicio de este vecino
del mundo, en lugar de una sola bala en el revolver, ya están todas las balas
menos una, eso en el mejor de los casos. Con lo cual, el desaguisado se convierte en mortal.
Estos días, tras la encuesta, son momentos que también
deberían dar qué pensar al Ministro de Hacienda, muy aficionado en ciertos
momentos a hacer sangre con los actores españoles y sus declaraciones a
Hacienda.
Quizás, sería deseable que la próxima vez, el Señor Montoro, si sigue
en su puesto, debería de andar con más tiento, ya que tranquilamente le podrían
contestar eso de “qué bicoca sería el poder declarar a Hacienda, señal de que
se estaría trabajando”. Y es que entre los actores españoles, sean buenos,
malos, o como diría Felipe González, “medio pensionistas”, no existe eso de “aforados”
como entre algunos políticos, y otros, que convierten en la práctica esa palabra
en “se ha forrado”.
Por cierto, y ya para terminar, más de
uno de nuestros políticos seguro que ha recibido clases de dicción y actuar, "acting", por
parte de alguno de esos actores en permanente crisis; e incluso, más de uno de esos políticos, entonces en ciernes, seguro,
que en parte con los “consejos” recibidos, creó un personaje impoluto que
le acompañará, sino se le tuerce “la cosa”, hasta el fin de sus días ... hábiles.
*FOTO: DE LA RED