Más de una vez me acuerdo de gente como Rafael Azcona y Luis García Berlanga, y me pregunto que si vivieran ahora qué opinarían de
todo lo que está ocurriendo. Tal vez pensaran, sería terrible, que todo lo que
habían escrito o rodado había quedado obsoleto en unos pocos años,
precisamente, por la ineficacia, improvisación, desidia, envidia y, especialmente, por una
palabra que ellos sabían utilizar muy bien, “la descojonación”.
Su cine siempre fue muy arriesgado, con miradas pícaras y
llenas de mala leche de la sociedad que les rodeaba, especialmente cuando crearon el mundo del Marqués de Leguineche, en aquella "Escopeta Nacional", y las dos continuaciones; y su extraña, cuando menos, colección de pelo, en un Leguineche ya desaforado... pero lo de ahora, la
realidad de ahora es para ellos como pasar a La guerra de las galaxias de la insensatez. Con un todavía presidente
en funciones, que parecía estar, en sus discursos mitineros, a un segundo de la dislexia.
Por eso, al verle hoy en esas imágenes bailando desenfrenadamente “Mi gran noche”, en lo que se supone es la celebración de su “Nochevieja”, lo que sobraba precisamente era la música de
fondo, porque el “tesoro” hubiera sido poder captar lo que hubiera dicho en
persona, su letra particular, pues precisamente sus letras es lo que nos ha
traído hasta aquí, ya que desgraciadamente la música siempre la han puesto
otros, especialmente desde Alemania, con una Angela Merkel como excelente
concertista, siempre barriendo para casa, la suya naturalmente.
Aunque votar a favor del Señor Rajoy, Don Mariano, en
parte es tener buen humor, con frases tan ocurrentes, o al borde de la locura
como "Es el vecino el que elige al alcalde y es el alcalde el que quiere que
sean los vecinos el alcalde", o esa otra que, como mínimo, quería
ser una especie de reafirmación patria "Los españoles muy españoles y
muchos españoles”.
Si hasta ahora ya no nos importaba, al menos eso parece, ni enterarnos de su programa
electoral, porque nadie cumple nada, de ahí se ha pasado a no escuchar nada,
solo así se pueden admitir frases solo dignas de un monologuista analfabeto y extasiado, por
tomar, claro, éxtasis.
Y por si los Señores García Berlanga y Azcona no tuvieran suficiente con el alma de
un Rajoy en racha, lo de los catalanes jugando al separatismo en un día de la
marmota que ya va para varios meses, bien mereciera una de las frases de ese
cura facha encarnado por un grande como
fue Agustín González que hubiera dicho “lo que yo atare en la Tierra, no lo
separa ni Dios” mientras busca al altísimo con la mirada.
En días como el de hoy, en que este vecino del mundo es
presa de un gripazo, de impresión de esas de 3D, da ganas de tomarse pastillas
de todos los colorines para olvidarse de dónde viene y a dónde va, y solo se le
ocurre decir aquello que en su momento los jueces dijeron en la sentencia del
yerno de los “Urquijo”, Rafael Escobedo, y que en su momento se hizo tan
célebre, al reconocer que él había sido culpable…solo o en compañía de otros, o
lo que viene siendo otro vicio nacional: tirar balones fuera.
*FOTO: DE LA RED.