Porque no es lo mismo ir a dar un paseo que mandarte
a paseo, preferí comenzar el año brindándome una caminata, al atardecer
del primer día, a modo de templar gaitas por lo que nos pueda deparar el año
que comienza. Es una manera diferente, distanciado de la televisión, la juerga,
y las bebidas alcohólicas. Eso, y un poco de mano izquierda, intentando
contentar a la mayoría de los familiares.
Hace tiempo que este vecino llegó a la conclusión de que
tal como están las cosas ahora, el mayor tesoro es la salud, porque con eso de
los recortes es mejor no tener que hacer uso de los servicios sanitarios salvo
en caso de fuerza mayor, ya que conviene recordar que el Doctor Vilches ya
murió, en realidad lo mataron, y desde entonces, ni la sanidad es lo que era.
Con esa muerte, y muchos años antes, con la de Chanquete,
el mundo se ha quedado huérfano de héroes anónimos y de esperanza, en el que
primaba la bondad por la bondad. Y ya solo queda la idealista maestra, que
en la serie cantaba “No nos moverán”. Y no es que la movieron, sino que seguro
que sigue soltera, porque quiso, eso sí, y para que las cuentan le cuadren a final de mes, se tiene
que sacar un sobresueldo vendiendo sus cuadros.
Y es que en los deseos para este año solo podemos pedir
que siga habiendo gente buena, que pueda intentar paliar los desaguisados de
los gerifaltes, observese que este vecino habla de gerifaltes, y no hace
mención ni de políticos ni de millonarios, porque en realidad es el poder el
que engancha y pide más y más. Por eso solo podemos aspirar a componendas
traperas, por la espalda también, intentando paliar el hambre y la pobreza de
aquellos que todavía tienen menos suerte que nosotros, porque parece que “la bondad”
no es un predicamento de derechas.
Esperemos que dar un paseo no sea señal identificadora
del año que acaba de comenzar, ya que es gratuito, en un mundo en el que cada
vez se paga más, y por todo. Y recuerda que cuanto más haces para ti como
cliente en un negocio ajeno, especialmente en días de compras como en vísperas de
los “Reyes Magos”, menos trabajadores necesitará esa empresa.
Se empezó con los
self-services, en los que cada uno se sirve lo suyo, y se acaba convirtiéndose uno
en manitas, trasladándose a tientas por toda una tienda para comprarse y llevar
todo un armario a piezas, mientras te conviertes por unos instantes en cliente
y empleado, aunque solo te toque pagar. A eso se le llama “un negocio redondo”,
porque lo demás son tonterías.
*FOTO: DE LA RED