jueves, 2 de enero de 2014

UN PASEO Y SUS VERTIENTES

Porque no es lo mismo ir a dar un paseo que mandarte a paseo, preferí comenzar el año brindándome una caminata, al atardecer del primer día, a modo de templar gaitas por lo que nos pueda deparar el año que comienza. Es una manera diferente, distanciado de la televisión, la juerga, y las bebidas alcohólicas. Eso, y un poco de mano izquierda, intentando contentar a la mayoría de los familiares.
Hace tiempo que este vecino llegó a la conclusión de que tal como están las cosas ahora, el mayor tesoro es la salud, porque con eso de los recortes es mejor no tener que hacer uso de los servicios sanitarios salvo en caso de fuerza mayor, ya que conviene recordar que el Doctor Vilches ya murió, en realidad lo mataron, y desde entonces, ni la sanidad es lo que era.
Con esa muerte, y muchos años antes, con la de Chanquete, el mundo se ha quedado huérfano de héroes anónimos y de esperanza, en el que primaba la bondad por la bondad. Y ya solo queda la idealista maestra, que en la serie cantaba “No nos moverán”. Y no es que la movieron, sino que seguro que sigue soltera, porque quiso, eso sí, y para que las cuentan le cuadren a final de mes, se tiene que sacar un sobresueldo vendiendo sus cuadros.
Y es que en los deseos para este año solo podemos pedir que siga habiendo gente buena, que pueda intentar paliar los desaguisados de los gerifaltes, observese que este vecino habla de gerifaltes, y no hace mención ni de políticos ni de millonarios, porque en realidad es el poder el que engancha y pide más y más. Por eso solo podemos aspirar a componendas traperas, por la espalda también, intentando paliar el hambre y la pobreza de aquellos que todavía tienen menos suerte que nosotros, porque parece que “la bondad” no es un predicamento de derechas.
Esperemos que dar un paseo no sea señal identificadora del año que acaba de comenzar, ya que es gratuito, en un mundo en el que cada vez se paga más, y por todo. Y recuerda que cuanto más haces para ti como cliente en un negocio ajeno, especialmente en días de compras como en vísperas de los “Reyes Magos”, menos trabajadores necesitará esa empresa.                        
Se empezó con los self-services, en los que cada uno se sirve lo suyo, y se acaba convirtiéndose uno en manitas, trasladándose a tientas por toda una tienda para comprarse y llevar todo un armario a piezas, mientras te conviertes por unos instantes en cliente y empleado, aunque solo te toque pagar. A eso se le llama “un negocio redondo”, porque lo demás son tonterías.

*FOTO: DE LA RED

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