Como dice la canción, “el tiempo pasa que es una barbaridad”, y por eso mismo, y como solo
faltan unas dos semanas para que termine, este vecino se ha encaminado al Museo
de Bellas Artes bilbaíno, para ser uno de los miles de visitantes, que ha
aprovechado la oportunidad de ver una exposición sobre Darío de Regoyos.
Para los que no conozcan mucho a este pintor, y para
aquellos que lo desconozcan totalmente, Don Darío de Regoyos es un pintor,
porque la obra de un artista lo hace eterno, asturiano de nacimiento, y que vivió
muchos años en el país vasco, de cuya estancia quedan grandes obras.
Es uno de los muchos artistas que es más famoso y
reconocido tras su muerte que en vida, ya que su pintura, en muchos cuadros
puntillista y con coqueteos en el naif, a
los neófitos les hace pensar que se encuentren ante obras menores, o de segunda
categoría, cuando de muchas de ellas se pueden estudiar costumbres y ritos de
su época.
Ya que al mencionar esta visita, la intención de este
vecino no es sentar catedra sino solo intentar interesar a más gente, y
hablando para personas no iniciadas en el mundo del arte, el Señor Regoyos sería,
en la actualidad, una especie de enviado especial a la España profunda, ya
que fue un viajero insaciable que prácticamente recorrió toda España, y unos
cuantos países europeos.
Todos los seguidores de este blog, ya conocéis el gusto
de este vecino por la pintura, y como muchas veces ha desvelado, dos de sus
pintores favoritos son, el ya mencionado Darío de Regoyos, y Joaquín Sorolla,
valenciano, y quien también coincidió en gustos paisajísticos vascos como el
anterior.
Si ambos se hubieran dedicado al cine, diríamos que
Sorolla estaría especializado en grandes superproducciones, una especie de
Spielberg del pincel, con lienzos de gran tamaño, en general, y de grandes
espacios bien iluminados, como su tierra. Sin embargo, Regoyos sería un
director más de cámara en ristre y de bajo presupuesto, asaltador de caminos,
pueblos y actos religiosos y festivos. O más dramáticamente hablando, contador de las dos Españas.
A destacar, que en los tiempos que corremos, o
precisamente por ellos, la entrada tanto para ver los fondos permanentes del
Museo de Bellas Artes de Bilbao, como las exposiciones temporales, entre la que
se encuentra la ya comentada “Darío de Regoyos. La aventura impresionista”,
que pronto recalará en Madrid, es gratuita para los parados.
Quizás, y a modo de intentar animar a muchos, pueda
resultar más caro quedarse en la calle rodeado de publicidad agresiva, que,
dentro del citado museo, intentando comprender lo que el artista nos intenta
sugerir detrás de cada obra. La decisión es tuya*CUADRO: LA CONCHA, NOCTURNO
AUTOR: DARÍO DE REGOYOS
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