Si no fuera porque estamos hablando de algo muy triste, por la cantidad de muertos que ya se ha tomado el tema en cuestión, lo del
desarme de ETA, que es una de las noticias de ayer, se asemeja, y no lo podemos
negar, a la guerra de Gila.
Según la información que tenemos hasta ahora, todo
se reduce a 4 armas, 300 balas y unos 16 kilos de explosivos. ¡Vamos! Que si
compráramos ésto en un hipotético supermercado, pasaríamos por la denominada “Caja
rápida” porque en realidad solo son tres artículos diferentes.
Sin embargo, el adjetivo “rápido” se contrapone, por otro lado, a lo “lento” que parece que puede ir todo, y que los únicos
beneficiados pueden ser, como siempre los intermediarios, porque según
noticias que se han conocido, al parecer los Verificadores, como se les está
llamando, vienen a ganar unos 600 euros por día, con lo cual, y
piensa mal y acertarás, los primeros interesados de que el asunto vaya
lento, pueden ser ellos.
Este vecino, por los años que ya tiene, recuerda que hace
muchos años, al menos en los pueblos, no había inmobiliarias, y sin embargo, cuando comenzaron a proliferar, es precisamente cuando más empezaron a subir los
precios de las casas, especialmente porque a ellos les convenía ya que a mayor
precio, mayor la comisión que se llevaran. Todos nosotros conoceremos a alguien
que en su momento, y aconsejado por la inmobiliaria, se animó a aumentar el
precio de la vivienda, porque como dirían en un mercadillo, que es en realidad
en lo que se convirtió aquello: -Me lo quitan de las manos, señores.
Y lo mismo que las inmobiliarias tampoco tuvieron la
culpa de la “burbuja inmobiliaria”, pero no se puede negar que allí estaban, con
los verificadores pasa lo mismo, ahí están. Y visto el camino transitado en Irlanda, “la
cosa” va para largo.
Como dirían en el pueblo del vecino: -Va a durar más que una procesión
de cojos. Pero lo importante, al menos en este caso, es que se celebre
la procesión, aunque los curas, o mejor dicho los verificadores, cobren, y muy bien, por su “oficio”.
*FOTO: DE LA RED