Desde
que se empezó a acuñar la frase “con
la que está cayendo”,
la mayoría de la gente se ha ido colocando una especie de coraza
anti-sorpresas, y todo lo que está ocurriendo a partir de ese
momento, y como consecuencia, claro está, de la crisis lo vamos
intentando asimilar sin sobresaltos.
Ayer
a la noche, sin embargo, este vecino del mundo se vio realmente
sorprendido, y conmovido, al comprobar que toda una ganadora del
Planeta, y prototipo de persona culta, y que no se prodiga en los
medios, como es Lucía Etxebarría, apareciera como concursante en un
reality veraniego de la cadena alegre.
Cuando
parecía un programa más, repleto de friquis,
la mayoría de ellos ya reconocidos en otros programas de la misma
cadena, y no precisamente por su alto coeficiente intelectual,
apareció la última concursante, y que ya se había anunciado
previamente que provenía del medio de la cultura y que nadie se lo
iba a esperar.
La
verdad es que la cadena alegre sin proponérselo batió todas las
espectativas. Una Lucía Etxebarría totalmente desubicada apareció
con sus dos perros, y la mayoría de sus compañeros no la reconoció,
como era de esperar por otra parte.
Lo
curioso del caso creado ayer es que en realidad, sin proponérselo el
programa mismo, se dio una vuelta a la tortilla, y al final la
realmente friqui era la última concursante, y sus compañeros la
miraban con ojos de turista japonés en medio de un “tablao
flamenco”.
Realmente
lo triste de esta situación es el por qué esta escritora tomó la
decisión de aparecer en este reality, y que lo aclaró a las
primeras de cambio y sin dolerle prendas. -Tengo
una deuda con Hacienda, y es la única manera que he encontrado para
poder pagar esa cantidad de dinero. No aspiro a ganar, con tres
semanas me conformo -.
Siempre
se ha dicho que escribir, en este país, equivale a morirse de
hambre, y tristemente ahora, es más rentable además, hacerlo ante
los ojos de los telespectadores.
De
todas maneras, y teniendo en cuenta que a este vecino siempre le
gusta mezclar unas gotas de humor y de ironía, quizás los
productores de este concurso deberían de dar otra vuelta de tuerca
al concurso y convertir
“el
campamento de verano”
en “cursos
de verano”,
dados por la citada escritora-concursante, y que seguro que a todos
sus compañeros les iba a venir de perlas.
Lucía,
como sueles demostrar en todas tus declaraciones, has sido muy
valiente una vez más, y solo por ello mereces un respeto y
comprensión. ¡Que tengas mucha suerte, y que te hagan poco daño!
*FOTO: DE LA RED