Mostrando entradas con la etiqueta fósforo. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta fósforo. Mostrar todas las entradas

viernes, 28 de junio de 2019

...TAN PELIGROSO COMO NACER FÓSFORO


Entre bochorno y excitación por malas vibraciones, llevo unas cuarenta y ocho horas con la sensación de que soy un fósforo ante tanto calor en el ambiente, y en cualquier momento voy a entrar en combustión.
Y es que se ha juntado todo. Una especie de cabreo general, en el que yo no pacto contigo porque soy más patriota que tú, y porque sigo las directrices que nuestro electorado nos ha dado. Como si mi electorado fuera mejor que el tuyo, o al menos más “electorado”.
Esas ganas, también, de reescribir nuestra historia, e incluso nuestra histeria, aunque todavía esté caliente de lo reciente que es. Y tú no tienes que salir en la tele, porque es la que pagamos todos. Pero…¿y si pertenece a un partido que está legalizado? Pues tampoco, no sea que algún futuro electorado se contamine del mal que puedan llevar sus palabras.
Siempre he visto a España, y los lectores de este blog lo saben más que de sobra, como un cortijo, y estaba convencido de que no había nada peor…. Pero lo hay, y es ver a España como una guardería, e incluso como, los más cursis se referirían a ella así, un jardín de infancia, en el que tal como están las cosas, muchos, por su comportamiento  parecen estar "condenados a la infancia” para siempre. Y ya se sabe, que nadie puede ser más cruel que un niño.
Lo dicho, llevo unas cuarenta y ocho horas con la sensación de que soy un fósforo, y ni Ciudadanos y su ambigüedad ante el todo y la nada, ni sus cordones sanitarios a la izquierda de Dios padre y señor nuestro nos van a liberar de un momento tan flamígero.
En estos días, y ya para terminar, parece ser que también se ha puesto de moda el recomendar ver la serie “Chernobyl”. Y si dices que ni la has visto ni la quieres ver, por aquello de evitarte sufrimientos innecesarios, parece que la tierra se rompe bajo tus pies y caes en el abismo más abismal. 

Intentando sostenerme en el alero de la duda, he contraatacado diciendo que en cambio he visto la serie de Movistar “Hierro”, por si convalida una serie por otra. Y además de intentar hacer patria, ya que es una serie española, con una Candela Peña en estado de gracia, es un thriller que se deja ver muy bien; evitando al mismo tiempo posibles fugas radioactivas que pudieran derivar de la otra... ¡Ni por esas!
*FOTO: DE LA RED

martes, 24 de abril de 2018

EL DÍA EN EL QUE EL SEÑOR HERRERA, DON CARLOS, SE HIZO UN FROILÁN...




Los medios de comunicación han pasado varios días recordándonos de que por Sant Jordi se regala una rosa y un libro, y en esta España nuestra, en la que hay que andar con mil ojos, se les olvidó advertirnos de que ni la rosa podía ser amarilla, porque olería demasiado a independentismo catalán, ni el libro debía de ser de título indecoroso.

Quieras o no, especialmente si te haces famoso de nuevo cuño, en algún momento vas a pisar el callo del nivel de cuidar la moral de alguno que por sus años de trabajo ya se cree, o le han hecho creérselo, el rey del mambo. Y parece que Alfred, uno de nuestros nuevos famosísimos a raíz de Operación Triunfo 2017, cometió ayer el grave error, para alguno de nuestros intelectos, de regalar a Amaia, su pareja, otra famosa de nuevo cuño, incluso más famosa que él, un libro titulado “España de mierda”, 

Es una novela de Albert Plá, naturalmente de argumento inventado y no es novedad editorial, porque se lanzó en el 2015, pero eso ya da lo mismo, porque el título lo nubla todo.

Uno de los que se han sentido violados en el callo de su moral, parece ser, es Don Carlos Herrera que ha puesto su grito en el cielo, y claro, como el tal Alfred, que dicho sea de paso, no me importaría en absoluto que fuera mi hijo, si algo no tiene es pinta de macarra, y no se le puede tachar de tal, el ínclito periodista, le ha despachado con un “le falta un hervor”.

Hay palabras, Don Carlos, que se vuelven boomerang, y si no te apartas, al menor descuido, se pueden aparcar en la cara de quien previamente las había lanzado. 

El que esté libre de pecado que tire la primera piedra. Todos tenemos un pasado, incluso reciente, y un futuro, especialmente el de nuestros hijos, que siguen siendo nuestros hijos por mucho que hagan el paripé de que para triunfar se quiten el primer apellido paterno. Cuando hay compañeros de profesión, que ya se encargan ellos, un día sí y el otro también, de recordar que esa modelo es hija de tal y cual, por ejemplo en el programa “Corazón”, lo de cambiarse el apellido, convendrán conmigo que al final, no deja de ser un brindis al sol. O incluso acompañar al padre famoso durante su visita al programa de Bertín; en mi pueblo se decía “ir de cestita”, aunque ahora claramente es aprovechar el tirón del padre para labrarse un futuro. 

¡Ojo! Todo lo anterior a este vecino le parece incluso razonable, o al menos comprensible; pero si nos ponemos las gafas de sospechar, o de poner en solfa, lo hacemos con todo, y con todos.

Aún recuerdo esas mañanas de los “fósforos radiofónicos” cuando Don Carlos Herrera iba por su cuenta y riesgo. Ahora, ya desde hace mucho, parece ser, olé por él, tiene su cuenta saneada, y el riesgo, el mínimo, porque sabe a quién  apuntar, aunque esta vez, creo que ha hecho un Froilán, y durante un tiempo su credibilidad cojeará.

Todos hemos sido jóvenes, y la inocencia se nos debía presuponer. Quizás el problema viene de los ojos que observan en este caso a Alfred, Carlos, y que seguro que ya han visto de todo, y que han imaginado un comportamiento, sin conocer realmente, en este caso, ni a la persona ni al personaje.

*FOTO: DE LA RED