Por aquello de quien calla
otorga, este vecino del mundo se cree en la obligación de “hablar” por medio de
su blog para decir que “darnos cuenta” nos hemos dado, otra cosa es que el
espectáculo, en este caso, y como casi siempre, sea lamentable.
Este vecino si de algo está
seguro es de que nadie tiene la razón absoluta, todo es cuestión de puntos de
vista, pero si algo le ha funcionado siempre es “el termómetro de la piel”, o
lo que otros denominarían “pasar vergüenza ajena”, y si algo no harías tú por
aquello de vestirse por los pies, tampoco lo ves bien en gente que se
presupone, que quizás es mucho pensar, preparada para el cargo que tiene….
Y lo de estos días en el
cortijo patrio no es de recibo. No es de recibo que tras una “carrera” importante,
buena o mala será cuestión de criterios, y sobre todo de ser de izquierdas o de
derechas, el Señor Jorge Fernández Díaz, sea el epicentro, lo haya querido o
no, de un pequeño/gran terremoto en el Congreso de los Diputados siendo ora
querido, ora rechazado, para un cargo político.
Se puede tragar que te
propongan para un cargo, y luego no pueda ser, pero que haya que intentarlo
para colocarlo sea como sea en otros dos intentos ese mismo día, clama al cielo. Yo soy el
exministro, sinceramente, y planto a todos, a los suyos y a los otros. ¿Tanta necesidad tiene
de dinero, o de que le agranden el ego? Porque si es por eso de seguir sirviendo a la patria, hay momentos
en que uno debe mirarse al espejo, concretamente a sus propios ojos, y hablarse
de hombre a hombre, y decir eso de: Hasta aquí hemos llegado, porque quizás el
resto ya sería arrastrarse…
El termómetro de la piel
también le está funcionando a este vecino, para repartir a diestro y siniestro,
y nunca mejor dicho. Porque aquí ya no es cuestión de ser de derechas o de
izquierdas, sino de tener un poco de cordura.
El espectáculo hoy de recibir o
no recibir al Rey, y a su familia, en el Congreso, porque “yo soy más valiente que tú y no le
saludo ni le río las gracias, si las tuviera, durante su discurso de apertura
de la legislatura en el Pleno del Congreso de los Diputados" le ha recordado a
este vecino del mundo lo del niño que para manifestar su cabreo con su madre,
deja por unos momentos de respirar. Vaya por delante, el pequeño detalle, de que como en el Congreso se
tiene que respetar las opiniones de cada uno de sus miembros, es un poco bastante
como jugar con red, o ahora que hay muchos medios de comunicación en directo,
yo, miembro de turno de un partido político determinado me voy a balancear, es
un decir, de una liana mientras voy en taparrabos, para vender mi mercancía.
¿Hace falta ser tan zafios?
En cuestión de partidos
políticos, ya se sabe quién es de izquierdas, quién de derechas, perdón de
centro, ya que al parecer, en España según los partidos de derechas, la derecha
ya está en el centro. Y también se sabe quién es monárquico, o republicano, o
marxista, o comunista … o lo que sea que sea. Pero hoy me ha parecido, como dicho anteriormente, que sus
señorías han jugado a ser niños y a que sus padres supieran que están
disgustados y que por unos segundos
(sólo unos segundos porque luego hay que seguir jugando con la consola) “vamos
a dejar de respirar” para hacerles temblar…
Tanto a unos como a otros,
los que no se han levantado, no han aplaudido, se han puesto camisetas con
leyendas molonas o no, o se han dejado las lumbares con todo tipo de
reverencias y a punto de dejarse el flequillo enganchado en un pliegue de la
alfombra, hay que recordarles que tienen que velar por los españoles, por
todos, y no por los intereses particulares de cada partido, en esos días que
forman el resto del año. Aunque ya no haya cámaras, y se esté resolviendo un
artículo que parece que no importa a nadie. Porque seguro que atañe a alguien, que
quizás solo aparezca reflejado en un periódico cuando ya se ha muerto, porque
se ha quemado al caerse esa vela que utilizaba para poder sobrevivir en la
negritud de su vivienda, al olvido de prácticamente todos, mientras se helaba
de frío…
*FOTO: DE LA RED