Hoy es 15 de agosto. Llegó el día de los días. Fecha que
sirve de baremo para muchas cosas. Para ver cómo de derrochadores hemos estado,
por ejemplo, durante nuestras vacaciones. Es curioso que nos tengan que decir
cuánto nos hemos gastado los españoles en vacaciones, como si cada uno de
nosotros no lo supiera ya: más de lo que nuestro contable, si tuviéramos uno, nos
hubiera recomendado gastar.
Uno de los pensamientos recurrentes para este vecino del
mundo tal día como hoy, generalmente sobre las once de la noche, cuando ya
tienes los tímpanos con más ruidos que una caracola jubilada por el mar, es preguntarse de dónde sale tanta gente, como
si hubiera un "paridor general" de merodeadores de todo y para todo.
Más de una vez he solido responderme con aire serio, para que los chistes entren mejor, que seguro que el ayuntamiento en el que estoy en ese momento, tiene algo que ver en la cantidad de gente, contratando a modo de extras en una película, a muchas personas para rubricar con ello que ese lugar debe de estar bien para atraer a tanto cazador de momentos vacacionales.
Más de una vez he solido responderme con aire serio, para que los chistes entren mejor, que seguro que el ayuntamiento en el que estoy en ese momento, tiene algo que ver en la cantidad de gente, contratando a modo de extras en una película, a muchas personas para rubricar con ello que ese lugar debe de estar bien para atraer a tanto cazador de momentos vacacionales.
Siempre me pregunto tal día como hoy el por qué de esas
ansias que nos entran en querer cenar en una terraza expuestos a todos y a todo, incluyendo porquerías que puedan aterrizar sobre nuestras viandas. Somos capaces
de hacer cola durante mucho tiempo mientras escrutamos, más que miramos, a los
que ya están calentando nuestro asiento, deseando íntimamente que huyan despavoridos nada más probar el primer plato.
Día, hoy 15 de agosto, en el que tienes que tener en
cuenta, los mismos hosteleros te lo recuerdan, de que no te van a poder atender
como sin duda te lo mereces, porque hay
mucha gente, y alguno de sus camareros ha fallado por una
indisposición repentina que hará que tengas que esperar más de la
cuenta, pero que no se notará a la baja a la hora de pagar “la dolorosa”.
Y es que como suelen
decir los más sabios del lugar “una cosa es una cosa y otra cosa es otra cosa”.
Y, ya para terminar, día en el que se suele decir “más de la mitad de la
población española está disfrutando de las fiestas”, y este vecino siempre se pregunta qué
trinchera es la suya en la guerra de las vacaciones…
*FOTO: DE LA RED