En el singular “Parto de los montes” que los
españoles tenemos montado para encontrar un presidente que esté en buen estado,
así como para entrar a vivir, parece que estamos de enhorabuena, o enhoramala,
vaya usted a saber, y ya han comenzado las contracciones.
Ahora el Señor Rajoy, con ese aire de que va a comentar la cosa más importante del mundo, ha dicho que se compromete a intentar ser presidente en la próxima legislatura. Aunque como diría un amigo mío, “pero
sólo la puntita”. Dando a entender que si no encuentra los apoyos
necesarios no se presentará. Es como si dices que te vas a bañar en un río pero
solo si no hay pirañas, o te subes al trapecio, con red, y atado y bien atado,
que a lo mejor algo de eso ya puede haber.
Mientras comparecía ante los periodistas tras su reunión
con Felipe
VI, he tenido la impresión de que Don Mariano hablaba mientras estaba en
una escalera haciendo que subía bajando, en un “step-walking” marca de La
Casa Rajoy. Y es que Don Mariano
tiene ese poder, que cuando habla y dice algo, nunca estás seguro de si lo ha dicho
o no. Como cuando esta mañana despedía a los deportistas españoles que van a ir a
competir a las Olimpiadas de Brasil, y ha dicho que no olviden que
representan “a España, llena de españoles”.
Como siempre dicen que Don Mariano no da puntada sin
hilo, este vecino del mundo ha estado pensado el por qué habrá dicho “España,
llena de españoles”. Y he llegado a la conclusión de que puede ser que como se le
está achacando tanta culpa de la cantidad de españoles que tienen que emigrar
al extranjero, él, quizás inconscientemente, ha querido recalcar que “todavía
quedan españoles, y muchos, aquí”.
Por cierto, la citada ceremonia, la despedida a los
atletas, ha sido tan evidente que estaba montada a mayor gloria del Señor
Rajoy (él en primer término, y todos los demás detrás en un segundo plano), que
él mismo se ha disculpado. Y hay que tener en cuenta que nunca lo ha hecho, lo
de disculparse, antes, especialmente con las muchas veces que hubiera
tenido que hacerlo con la cantidad de casos que presuntamente le han salpicado.
En el mundo de Gila, Don Miguel, quizás el asunto de
encontrar un presidente de consenso, por decirlo de alguna manera, se podría
desatascar fácilmente mediante indirectas. Alguien muy cercano al Señor Rajoy, que
poco a poco, pero con insistencia, le fuera diciendo, así muy bajito, como que
le habla su conciencia, y le dice “Aquí sobra alguien, y yo ya sé quién es”.
“Mariano,
ya va siendo tiempo que lo vayas dejando, y atiendas a tu familia como es
debido”. “No se merecen que les ilumines con tu sapiencia, porque son unos
desaboríos”.
Esperemos que el parto sea cortito. Yo por si acaso, y lo
recomiendo a todos, hace tiempo que he alejado de mí todo tipo de objeto
cortante, intentando evitar cortes de vena, o daños a terceros.
Por cierto, una última recomendación: Que el humor no
falte nunca, y espero no darle ideas al Señor Montoro. Es una de la pocas cosas
que tenemos gratis, por ahora.
*FOTO: DE LA RED