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lunes, 25 de agosto de 2014

LOS FRIGORÍFICOS DE RAJOY

Que no se me olvide comprar otro frigorífico en cuanto pueda, ya que no me caben más “pins” con imanes, y he traído unos cuantos de las vacaciones. Por cierto, cada vez cuestan más, unos tres euros, aunque no hay tope fijo, depende de lo figurativo y complejo que sea. Cuando, en la tienda, me dijeron el precio de cada uno, acordándome del mejor Gila, le dije al dependiente: -¿Y si el imán lo pongo yo?
Me temo que en cualquier momento a más de uno se le va a caer la puerta del frigorífico por el peso de la colección de “pines”, y es que pronto se va a confundir el pin normal y corriente, por lo grande, con una escultura.
Estoy pensando, cuando compre el nuevo frigorífico, en poner un pin tamaño real de Rajoy pegado en la puerta, más que nada para asustarme cada vez que me quiera acercar a comer un piscolabis. Quizás, sin quererlo, he podido “inventar” un buen método de adelgazamiento. Y además ahora que está con su amiga, Ángela, la Merkel, si pongo un pin de los dos en el frigorífico, sale despavorido de la cocina hasta el bueno de “Afgano”, mi bichón frisé.
Por la foto que he visto, da la impresión de que en el paseo que dieron, Rajoy le estaba contando un chiste de Chiquito de la calzada, más que nada por los gestos. 
Y ahora en serio. Este vecino tiene entendido de que el Señor Rajoy solo habla castellano, es un decir, por eso al ver esas imágenes de la caminata, que dieron rememorando a todos esos españoles y alemanes que hacen el Camino de Santiago, el traductor puesto por Angela Merkel, que se supone que su lengua materna no es el castellano, se las tuvo que ver y desear para entender a la todavía cabeza del gobierno español.  
Por lo demás viendo el semblante de la canciller alemana, este vecino sigue sin saber si ella va o viene, si nos va ayudar o, si como siempre, se va a ayudar a ella misma, y a su país, cosa que en realidad debería de hacer todo político que se precie (aunque en España parece que solo se ayudan así mismos y a sus respectivos partidos). Y si , y es lo más importante, va a decir “Ja” (sí, en castellano) o va a decir muchos “Jas”, como síntoma de la carcajada de ver en un futuro al Señor Arias Cañete, por ejemplo, al frente de una cartera europea, que es una de las “apetencias” del dirigente español . Y es que hasta el foro europeo ha tenido que llegar la fama que tiene que tener un español, especialmente si es político, al ver una cartera: ¡Se queda con ella! Especialmente si lleva dinero. Eso, sin olvidar, que la sombra del presunto machismo, en el caso del Señor Arias Cañete, es alargada y ha llegado a toda Europa.
Por cierto, y ya para terminar, aunque a muchos políticos españoles les siente mal lo de decir que pertenecen a una casta separada del españolito de a pie, ellos mismos lo confirman en cada uno de sus movimientos. ¿Angela Merkel y Rajoy han hecho cola para ver al santo en Compostela? Me temo que no, y no es que andarían con prisas, que también, sino que la banda sonora iba a ser de gritos y pitos, y no de ángeles celestiales.
Y ahora que lo pienso, si Rajoy compra, o le regalan, un pin por cada viaje que hace…¿cuántos frigoríficos tendrá nuestro todavía presidente? Y eso, que el frío, en él, ya viene de serie. ¡En fin!

*FOTO: DE LA RED