Que no se me olvide comprar otro frigorífico en cuanto
pueda, ya que no me caben más “pins” con imanes, y he traído unos cuantos de
las vacaciones. Por cierto, cada vez cuestan más, unos tres euros, aunque no
hay tope fijo, depende de lo figurativo y complejo que sea. Cuando, en la
tienda, me dijeron el precio de cada uno, acordándome del mejor Gila, le dije
al dependiente: -¿Y si el imán lo pongo yo?
Me temo que en cualquier momento a más de uno se le va a
caer la puerta del frigorífico por el peso de la colección de “pines”, y es que
pronto se va a confundir el pin normal y corriente, por lo grande, con una
escultura.
Estoy pensando, cuando compre el nuevo frigorífico, en
poner un pin tamaño real de Rajoy pegado en la puerta, más que nada para asustarme
cada vez que me quiera acercar a comer un piscolabis. Quizás, sin quererlo, he
podido “inventar” un buen método de adelgazamiento. Y además ahora que está con
su amiga, Ángela, la Merkel, si pongo un pin de los dos en el frigorífico, sale
despavorido de la cocina hasta el bueno de “Afgano”, mi bichón frisé.
Por la foto que he visto, da la impresión de que en el
paseo que dieron, Rajoy le estaba contando un chiste de Chiquito de la calzada,
más que nada por los gestos.
Y ahora en serio. Este vecino tiene entendido de que
el Señor Rajoy solo habla castellano, es un decir, por eso al ver esas imágenes
de la caminata, que dieron rememorando a todos esos españoles y alemanes que
hacen el Camino de Santiago, el traductor puesto por Angela Merkel, que se
supone que su lengua materna no es el castellano, se las tuvo que ver y desear
para entender a la todavía cabeza del gobierno español.
Por lo demás viendo el semblante de la canciller alemana,
este vecino sigue sin saber si ella va o viene, si nos va ayudar o, si como
siempre, se va a ayudar a ella misma, y a su país, cosa que en realidad debería
de hacer todo político que se precie (aunque en España parece que solo se
ayudan así mismos y a sus respectivos partidos). Y si , y es lo más importante, va a decir “Ja” (sí, en castellano) o va a decir muchos “Jas”, como síntoma de
la carcajada de ver en un futuro al Señor Arias Cañete, por ejemplo, al frente
de una cartera europea, que es una de las “apetencias” del dirigente español .
Y es que hasta el foro europeo ha tenido que llegar la fama que tiene que tener
un español, especialmente si es político, al ver una cartera: ¡Se queda con
ella! Especialmente si lleva dinero. Eso, sin olvidar, que la sombra del presunto machismo, en el caso del Señor Arias Cañete, es alargada y ha llegado a toda Europa.
Por cierto, y ya para terminar, aunque a muchos políticos
españoles les siente mal lo de decir que pertenecen a una casta separada del
españolito de a pie, ellos mismos lo confirman en cada uno de sus movimientos.
¿Angela Merkel y Rajoy han hecho cola para ver al santo en Compostela? Me temo
que no, y no es que andarían con prisas, que también, sino que la banda sonora
iba a ser de gritos y pitos, y no de ángeles celestiales.
Y ahora que lo pienso, si Rajoy compra, o le regalan, un pin por cada viaje que hace…¿cuántos frigoríficos tendrá nuestro todavía presidente? Y eso, que el frío, en él, ya viene de serie. ¡En fin!
Y ahora que lo pienso, si Rajoy compra, o le regalan, un pin por cada viaje que hace…¿cuántos frigoríficos tendrá nuestro todavía presidente? Y eso, que el frío, en él, ya viene de serie. ¡En fin!
*FOTO: DE LA RED