Muy buenos
días-tardes-noches,
Mi intención al escribir
este blog es el crear un lazo de unión entre vosotros, que nunca sabré cuántos
ni quiénes sois, y éste que os escribe, que se cree uno más de la especie
humana, y que considera que sus opiniones pueden encontrar algún reflejo en vuestras
vidas.
Es también mi intención que
ésto sea una especie de diario, en cierta manera novelado, y que yo me evada de
los problemas diarios mientras os hago quizás esbozar una sonrisa, con eso me
daría por bien pagado.
Y…ya han pasado siete años
de esos párrafos, de esas intenciones, que inauguraban este blog que ya avisaba
desde ese primer momento que era un tanto novelado, como la vida misma, donde hay muchas verdades,
tantas como personas interesadas.
Estos años han servido para
comprobar que la realidad supera muchas veces la ficción, y que, a veces, si tuvieras
que diferenciar en una ficticia rueda de reconocimiento qué es verdad y qué es
mentira, más de una vez nos confundiríamos.
Sin ir más lejos, esa
noticia que hemos conocido estos días, de que el ayuntamiento de Ponteareas, en
Pontevedra, aprobó este lunes pasado la concesión de un plus de productividad a
los funcionarios que hagan al menos el 90% de su jornada laboral, podría
hacernos reír a carcajadas, con ese incentivo por hacer lo que se comprometieron a hacer cuando fueron contratados, sino fuera porque es real, y se conformen además,
con un 10% de “escaqueo”.
Con noticias así, este
vecino del mundo siempre recuerda esas películas con historias de Luis García
Berlanga y Rafael Azcona, en las que las situaciones imaginadas serían más
creíbles que las reales.
Siempre recordaré cuando en
los comienzos de este blog, un compañero de trabajo (de ese al que me habían
alejado mediante un ERE, y que en cierta manera fue la razón de inaugurar un
blog que sirviera de terapia y de fuga), al enterarse de que tenía un blog, me
preguntó quién me pagaba y cuánto ganaba.
Hay preguntas que no sólo definen al
que las hace, sino que pueden transformarle de persona a personaje.
Un blog, una ventana desde
la que expresar ideas, sentimientos, opiniones, quizás no podrá cambiar el
estado de las cosas, pero al menos puede servir para avisar a esos que forman
parte de la actualidad, y que muchas veces se creen tan listos como para engañar
a la mayoría, de que harán lo que quieran o los dejen, pero que nosotros nos
hemos dado cuenta.
No hay peor opción que darlo
todo por perdido, con esa cantinela de “siempre
ha sido así, y será”. Y en esas estamos, y estaremos.
*FOTO: DE LA RED