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martes, 7 de julio de 2020

...POR NO LLORAR



Hace un rato estaba, a l lado mismo de mi casa, en el bar de cabecera (si hay farmacias con esa denominación también debe de haber bares o tabernas con esa función, se lo merecen). Y mientras este vecino del mundo tomaba un cafelito, ha entrado un señor de mediana edad, que en su día se aburrió y todavía le dura. Y esperando por un chupito de whisky, sin prisas, y sin mucha menos ilusión, ha comenzado a hablar sólo, mientras miraba más allá del espejo que tenía en frente.

“…Y Bolsonaro ha dado positivo –decía para sí mismo, y para todos.- Pues debe de ser lo único positivo, que ya es algo, que ha aportado a su país. Y además, seguro que sin querer. Le ha pasado como al británico, al Boris Johnson ese, que no creían en la potencia de ese bichito, el corona. ¿No querían café? Pues toma dos tazas. Ya solo falta que el Donald americano ese, el ricitos de oro, el naranjito de La Casa Blanca,  lo coja también, y ya tendremos otro tipo de “Santísima Trinidad” porque también éstos están en sus altares además…”

Ya le he dicho al camarero, mientras le guiñaba un ojo, que no sabía que habían reconvertido el negocio en un club de stand up comedy. Y me ha contestado  que esperaba que me gustara la primera actuación, que es un nuevo valor.

Algunas veces, la mayoría, una mezcla de aburrimiento y desidia, puede lograr lo que en otros momentos lo conseguiría un buen pelotazo. Ese comentarista de barra estaba en el límite entre el aburrimiento y la desgana de ver, quizás sin ser muy consciente de ello, el presente que estamos afrontando.  Y en el que puedes encontrar de todo, especialmente nada bueno, y mucho menos un reducto de esperanza.

*FOTO: DE LA RED


miércoles, 19 de febrero de 2020

EL DESGOBIERNO VASCO



Lo del ya conocido como “caso Zaldibar” es como hubiera dicho un filósofo de tasca, para mear y no echar ni gota. Tras trece días del corrimiento de tierras en un vertedero cercano a todo, seguimos echándonos los trastos a la cabeza los unos a los otros.

Del “todo controlado” hemos pasado al descontrol más absoluto, por mucho que se nos diga lo contrario con dicción de ecos de sotana por parte del lehendakari. Por cierto, no se a vosotros, pero a este vecino del mundo la voz de Urkullu siempre le ha recordado la versión masculina de esa voz que nos recordaba “su tabaco, gracias” tras pedirlo en la máquina dispensadora correspondiente.

Espero, sinceramente, que nunca el Señor Urkullu me felicite por mi cumpleaños, porque con ese tono que tiene a púlpito, estaría convencido de que seguro que son los prolegómenos a mis exequias.

Este caso, desgraciadamente, hace tiempo que tomó tintes de humor negro, y junto con las recomendaciones de no airear las casas, y no hacer deporte al aire libre, se les olvidó decir lo más importante: que respiremos, pero poquito.

Hoy nos despierta el Diario Vasco con un titular en portada:
“El vertedero de Zaldibar presentó 23 faltas en la última inspección, «ninguna grave»” Sinceramente, un verdadero dislate. Solo les ha faltado decir que todo fue “casi perfecto”.

Tiene toda la pinta de que el caso Zaldibar tiene mucho de Juan Palomo, “yo me lo guiso, yo me lo como”, y ha llegado un momento en que la cosa se les ha ido de las manos. 23 faltas, 23 copos de nieve, que rodando, rodando, se han ido transformando en el desastre perfecto. Si es que un desastre puede entrar en la perfección.

No sé si puede ser de juzgado de guardia que tras dos semanas, los dos trabajadores del vertedero sigan desaparecidos. Lo que sí sé, y no me cabe la menor duda, es que al menos alguien del desgobierno vasco, en este caso, debería sonrojarse hasta adquirir un morado perfecto.

Siempre, al menos lo hemos pensado, hemos tenido la suerte de nacer en el mejor lugar del mundo, y ser la admiración del mismo, pero esta vez al menos se nos ha ido la mano, la misma que utilizamos para acariciarnos el lomo y hacer la “V” de victoria.

*FOTO: DE LA RED

jueves, 2 de agosto de 2018

SOTA, CABALLO Y ...AGOSTO



Cuando tienes por suerte, por costumbre, o por lo que sea, cogerte las vacaciones en agosto, todo tiene un olor a déjà vu, a ya vivido, especialmente en cuanto a noticias se refiere. El concurso del Cante de las Minas, las Perseidas, la Tomatina de Buñol… Una especie de sota, caballo y rey, que en plan puente de varios ojos te guía, o te pone de patitas en septiembre.

Quizás este año con la participación de un Partido Popular ya del Señor Casado, parecen empeñados en decorar de “diferente” un mes, que por otro lado, tiene un olor inequívoco a fiesta de pueblo, de muchos de los pueblos de nuestra geografía.

Tal como están de revolucionados, que no tiene nada que ver con “revolucionarios”, los populares, en cualquier momento van a recibir la propuesta de un contrato con Duracell. Y tendremos a un Casado autómata, saludando a todo tipo de gente, de todos los colores, mientras acto seguido está también totalmente exaltado en primera línea de lo que sea. Porque, quizás, lo importante, por ahora, es que se le vea al frente de todo.

De todas maneras, sus colaboradores deberían de tener un poco de cuidado, para que en un momento dado no esté al frente de corrientes opuestas, y en una especie de "big bang" pueda encender el firmamento político mientras desaparece.

Hoy, al Señor Casado en su periplo por todos lados le ha dado tiempo hasta de acercarse a La Moncloa y departir con el Presidente Sánchez, durante casi tres horas, en ese bonito juego, que en España triunfa siempre, de digas lo que digas yo siempre diré lo contrario. Incluso, aunque casi todavía hace un mes, el anterior Presidente hiciera lo contrario de lo que tu partido dice ahora.

En los mentideros se rumoreaba que para el encuentro de hoy en Moncloa, y visto la velocidad del nuevo representante popular, se había estudiado la posibilidad de acolchar cualquier arista o esquina que estuviera en el previsible recorrido. Al final este extremo no ha sido confirmado.

Ya para terminar diré que tengo un amigo, Josetxo, al que denomino, con mucho cariño además, como “filósofo de taberna”.  Y hoy me ha dicho que el Señor Casado lo tiene muy difícil porque tiene que andar lo suyo más el tiempo en que separaba, o estaba quieto, que era casi siempre, su antecesor, el Señor Rajoy. Y visto desde los ojos de Josetxo, aunque en poco tiempo el Señor Casado Blanco se ha movido mucho, todavía le queda, como en aquella película de dibujos animados, o movidos también, “hasta el universo y más allá”.

*FOTO: DE LA RED

miércoles, 4 de julio de 2018

LA VERDAD... ¿NO IMPORTA?



Siempre he estado convencido de que tenemos el país que nos merecemos. Que es lo mismo que decir; así está el país, así estamos nosotros.

Y  en unos días en los que se está pasteleando con nuestra televisión estatal, sin que ninguno de nosotros ni siquiera parpadee, lo que hizo ayer Telecinco, para los que están siguiendo la serie “La verdad”, tener esperando a sus seguidores, durante más de una hora sin dar ninguna explicación, por razones “mundialistas”, para luego salirse por la tangente, repitiendo el capítulo anterior, es como diría mi amigo el filósofo de taberna: como ir a mear, y no echar ni gota.

Al final habrá que actuar como hace este vecino del mundo desde hace tiempo, ver lo que ofrecen las diferentes cadenas y programarse mediante las opciones que ofrece internet lo que te apetece ver en cada momento.

Porque, entre otras cosas, decidirse por seguir una serie o no, por muy buenas críticas de que venga precedida, me refiero a las series españolas, que en nada desmerecen a las de fuera, significa que quizás ahora te viene bien esa serie porque es los lunes. Pero a lo mejor luego, la ponen los martes. O incluso, el “iluminado” de la cadena, que cada televisión como mínimo tiene uno, le da por cerrar el grifo de la serie hasta dentro de unos meses (al parecer el iluminado de Telecinco, en el caso de esta serie, lo ha debido de dejar, porque él lo vale, para otoño) y tú, con ese cabreo que te haría jurar en arameo, te lo tienes que tragar con patatas.

Además, tal como están las cosas, ya no sabes si quieres que una serie triunfe porque los trece capítulos (nueve en esta serie), se pueden convertir en trece temporadas. Y, por ejemplo, la pareja protagonista que se llevaba también, por exigencias del guion, y nunca mejor dicho, tiene que discutir e incluso divorciarse, porque, de lo contrario no hay historia que aguante tantos capítulos, ni actores que aguanten el mismo contrato. Y si no recordar lo que pasó con aquella gran serie que fue “Hospital Central”-

Y si desde las televisiones nos tienen ese respeto, ninguno, programando y contraprogramando, qué respeto nos deben de tener  “todos los partidos”, desde el centro (porque en España se supone que no hay partidos de derechas, aunque alguno siempre ate, y bien atado, “lo que quieren los españoles” con lo que hacen ellos) hasta a la extrema izquierda, que en ese círculo vicioso que es nuestra España, debe de empalmar ya con ese centro que comentaba anteriormente.

Si queremos que espabile España, tenemos que espabilar cada uno de nosotros, y no dejar pasar ninguna. Ayer nos habéis fallado, no hay disculpas que valgan. Pero nuestros gerifaltes saben que tenemos tragaderas del tamaño de un agujero negro.

Siempre me acordaré lo que dijo aquel político español, no hace muchos años, tras el subidón de un mitin en pleno furor electoral: Si les llego a prometer que les pongo una playa, tragan también.

Si no queremos que nos prometan más playas fantasmas, el futuro comienza hoy mismo. Y recuerda: no creen que somos buenos, sino tontos.

*FOTO: DE LA RED