Cuando tienes por suerte, por costumbre, o por lo que
sea, cogerte las vacaciones en agosto, todo tiene un olor a déjà vu, a ya
vivido, especialmente en cuanto a noticias se refiere. El concurso del Cante de
las Minas, las Perseidas, la Tomatina de Buñol… Una especie de sota, caballo y
rey, que en plan puente de varios ojos te guía, o te pone de patitas en septiembre.
Quizás este año con la participación de un Partido
Popular ya del Señor Casado, parecen empeñados en decorar de “diferente” un
mes, que por otro lado, tiene un olor inequívoco a fiesta de pueblo, de muchos de los pueblos de nuestra geografía.
Tal como están de revolucionados, que no tiene nada que
ver con “revolucionarios”, los populares, en cualquier momento van a recibir la
propuesta de un contrato con Duracell. Y tendremos a un Casado autómata,
saludando a todo tipo de gente, de todos los colores, mientras acto seguido está también totalmente exaltado en primera línea de lo que sea. Porque,
quizás, lo importante, por ahora, es que se le vea al frente de todo.
De todas maneras, sus colaboradores deberían de tener un
poco de cuidado, para que en un momento dado no esté al frente de corrientes
opuestas, y en una especie de "big bang" pueda encender el firmamento político
mientras desaparece.
Hoy, al Señor Casado en su periplo por todos lados le ha
dado tiempo hasta de acercarse a La Moncloa y departir con el Presidente
Sánchez, durante casi tres horas, en ese bonito juego, que en España triunfa
siempre, de digas lo que digas yo siempre diré lo contrario. Incluso, aunque
casi todavía hace un mes, el anterior Presidente hiciera lo contrario de lo que
tu partido dice ahora.
En los mentideros se rumoreaba que para el encuentro de
hoy en Moncloa, y visto la velocidad del nuevo representante popular, se había
estudiado la posibilidad de acolchar cualquier arista o esquina que estuviera en
el previsible recorrido. Al final este extremo no ha sido confirmado.
Ya para terminar diré que tengo un amigo, Josetxo, al que
denomino, con mucho cariño además, como “filósofo de taberna”. Y hoy me ha dicho
que el Señor Casado lo tiene muy difícil porque tiene que andar lo suyo más el
tiempo en que separaba, o estaba quieto, que era casi siempre, su antecesor, el
Señor Rajoy. Y visto desde los ojos de Josetxo, aunque en poco tiempo el Señor
Casado Blanco se ha movido mucho, todavía le queda, como en aquella película de
dibujos animados, o movidos también, “hasta el universo y más allá”.
*FOTO: DE LA RED
*FOTO: DE LA RED