Hay días duros, como el de hoy, en el que un blogger,
bloguero, o vecino del mundo tiene que obligarse a seguir vistiéndose por los pies, y no
renunciar a sus principios, porque al contrario que Groucho Marx, no tiene otros, aunque tenga que replicar a Leticia Dolera, de quien opina que es una persona,
y artista, muy interesante y luchadora en muchos campos; pero hay opiniones, vengan de donde vengan, que se pueden convertir en
obsesiones y ninguna obsesión es buena.
Se puede empezar luchando contra el machismo, que lo hay
y mucho ahora mismo, y se puede acabar interviniendo la HISTORIA (así con mayúsculas)
porque todo lo anterior visto con ojos del AHORA no resiste ni un minuto.
Lo mismo ocurrió hace un tiempo “luchando” contra el
tabaco, que llevado al paroxismo quisieron hasta censurar las películas en las
que se fumaba, con lo cual, y llámenme “tiquismiquis”, se hubiera acabado, entre
otros, con toda la filmografía de Humphrey Bogart. O incluso, hubiera sido peor,
acabar digitalmente con todo atisbo de tabaco en cada escena, con lo cual un actor apoyado en
una barra sosteniendo un cigarro, cuando menos hubiera acabado, con ademanes
pelín afectados. Eso, y sin mencionar, el dar besos al aire como substito de
exhalar el humo.
La mayoría de las veces las cazas de cualquier tipo
empiezan con obsesiones que se alimentan a través de nuestra mirada. Es muy
probable que a una persona que lucha contra el machismo en todo, si le hacen el
test de Rorschach, más conocido por el test de la manchas, se quejaría, quizás,
porque todas las manchas vislumbran cuerpos de mujer desnudos.
Quizás, y sin el quizás, la lucha contra todo debería
comenzar con uno mismo, y su entorno, enseñando a sus hijos, en igualdad de
sexos y repartiendo todo tipo de tareas. Y ya se sabe, que hasta ahora al
menos, el machismo lo han practicado en el hogar, las mismas amas de casa,
enseñando unas tareas a la niña, y muchas veces nada al niño. Y es más, en
muchos casos, dependiendo del trabajo de cada uno, la lucha por un ideal
debería de comenzar negándose a hacer cosas que van en contra de sus principios
por mucho que el guion lo exija.
No deberíamos empezar ahora buscando poemas machistas en
temario escolar, porque seguro que los hay y los habrá, y con nombres muy importantes; más cuando luego
luchamos por la libertad de pensamiento, de opinión y lo que sea, con el
agravante de que no existe ningún sitio en el que expidan un documento en el
que indique que todo lo que diga tal persona será acertado para la moral u
opinión de otra.
Un secreto: las grandes figuras, de lo que sea, también hacían, y hacen, pis y cacas, y eso a pesar de hacerles imperfectos, también les hace… humanos.
Cualquier día, alguien, y si no al tiempo, dirá que una obra maestra, como el
cuadro “Guernica” de Picasso, que está lleno de violencia, hay en él atisbos de
violencia de género, y seguro que aportará pruebas, y se acabará con ese cuadro y con el arte que conlleva.
Algunas veces dar pasos no significa que se avance, especialmente si el arte
está como telón de fondo.
*FOTO: DE LA RED