Como
decía ayer el periodista, Iñaki Gabilondo, a primera hora de la
mañana en la SER, el Gobierno tenía razón en sus miedos de que la
multitud rodeara el Congreso. Es muy temprano – decía él - y ya
ha ocurrido, con la salvedad de que los mil cuatrocientos que están,
son todos miembros de la seguridad del estado.
Esta
mañana, al día siguiente de la manifestación, acaba de hacer unas
declaraciones el Ministro del Interior, Jorge Fernandez Díaz,
abalando la actuación de las citadas fuerzas.
Desde
esta ventana al mundo, sin embargo, estas declaraciones, donde pone
muy bien a sus buenos, y muy mal a los malos provenientes del pueblo,
por de pronto ya contienen una inexactitud, porque acaba de decir que
la manifestación era ilegal, y por las noticias que corrieron ayer
por todos los medios de comunicación, la citada manifestación
estaba autorizada, y además discurrió por el único sitio
habilitado por las mismas fuerzas de orden público, y que era el
acordado.
Antes
de estas declaraciones, esta misma mañana ha hecho otras la delegada
del Gobierno en Madrid, Cristina Cifuentes, en las que dice que los
agentes recibieron un ataque desproporcionado.
Utilizando
las cifras dadas por el mismo Gobierno, si las fuerzas de orden
público eran mil cuatrocientos, y los manifestantes eran alrededor
de seis mil, las fuerzas, en teoría, no eran tan dispares, cuando
además todo el aparato de defensa, claro está, estaba del lado de
los menos numerosos.
Sin
embargo, también hay que comentar que entre esos seis mil,
aparte
de jubilados y
niños, hay un
número indeterminado, entre los más virulentos, y que además iban
encapuchados, que en realidad eran como el “comodín del público”
en los concursos de la tele.
Del
“público” porque, aunque encapuchados hasta las cejas, y nunca
mejor dicho, vinieron con la manifestación. Y “comodín”, porque
se comportaban muy cómoda y tranquilamente, primero tirando de todo
hacia las fuerzas de orden público, y luego, en una total
ambivalencia ayudando a la policía a detener a sus en teoría
compañeros de manifestación, por lo que supuestamente ¿pudiera haber
un departamento de arte dramático por el que, supuestamente,
repito, pudieran pasar algunos miembros para aprender a
camuflarse mejor?
En
la siguiente dirección, http://www.larepublica.es/2012/09/policias-secretas-encapuchados-encienden-el-25-s/ se puede ver movimientos sospechos de ciertos individuos, con al
menos doble personalidad.
¿Es
una manera de entender el “divide y vencerás", cuando en realidad
los que se dividen son ellos?.
*FOTO: DE LA RED