miércoles, 23 de marzo de 2011

PAELLA ENVENENADA


Os voy a hablar de un anuncio de la tele, de lo que ahora se denomina como una compañía de telefonía.
Se ve a una pareja joven, se supone que de recién casados, o que viven en pecado, aun peor, y que les acaban de poner ADSL, y con descuento en las llamadas del teléfono móvil, en la casa donde acaban de llegar a vivir, pues está prácticamente vacía.... Y ahora es donde viene la madre del cordero, pues para que la gente les ayude a hacer el cambio de domicilio, el hombre en cuestión haciendo gestos a su mujer de que ya tiene la solución para su problema, va llamando a sus amigos para invitarles a una paella el próximo sábado, y para ello quedan muy temprano por la mañana. Lo que nosotros ya sabemos es que aprovechará para que le ayuden a hacer el traslado.
Cada vez que veo este anuncio me pongo más de... mal café...por decirlo de una manera suave.
La verdad es que es todo un símbolo; lo que se lleva ahora.
Nuestra vecina del tercero, la Rosa, vió el anuncio y nos dijo: - No lo comprendo porque se nota que está mintiendo y aprovechandose de sus amigos, y como se le está viendo por la tele, sus amigos no van a picar.
En nuestros días teniendo en cuenta que siempre hay alguien al que no le parece bien algo,
estoy esperando que en cualquier momento haya una asociación de arroceros o de paelleros que no les parezca bien el asunto, y pongan la socorrida demanda, otra cosa que esta muy de moda en nuestros días. Ya nadie es famoso si no tiene unas cuantas demandas y a su vez ha puesto otras tantas.
Volviendo a nuestro asunto, ¿por qué no es mejor ir diciendo la verdad que utilizar a la gente mediante engaños? En el anuncio está muy bien retratada la expresión de listillo del personaje en cuestión. Lo que ahora he definido como listillo, ha sido siempre la figura del pícaro español, bien retratado por Quevedo. Lo malo de la figura del pícaro es que para que exista, siempre tiene que haber algún timado. Y en nuestros días, la vida es un continuo timo.
Un gran símbolo de todo esto ha ocurrido recientemente con la denominada burbuja inmobiliaria.
Todos han querido ser muy listos, y el que no lo era, enseguida ha aprendido la lección. Era muy fácil. Comprar un piso para venderlo más caro, y así ir escalando en la piramide hasta...hasta que la pirámide se desmoronó.
Salvando las distancias lo mismo veo ahora, dentro de la crisis, en la que demasiadas empresas están aplicando expedientes de regulación de empleo, más coloquialmente conocidos como ERES.
Ya se ha visto esa puerta y montones de empresas quieren pasar por ella. Otro cantar es que sus directivos actuen honestamente o no, pues en muchas ocasiones, después de un ere temporal viene el temido ere de extinción, con el cual por cuatro euros, pues ya no se puede decir duros, se mandan a muchas familias al carajo, como diría un mejicano. Y al poco tiempo su puesto de trabajo puede ser sustituido por un mileurista o por alguien proveniente de una empresa temporal. La vida, ahora más que nunca, está llena de paellas que se quedaron frías por personas que las abandonaron al sentirse engañadas, y perder las ganas de comer, por no decir las ganas de vivir.

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