Esta mañana no hubiera hecho falta que La Nuri, mi
sufrida, planchara mi ropa, porque al cruzar un paso de cebra, camino del “super”,
un coche que no ha hecho ni caso, otro más, a la señalización, me ha pasado tan
cerca que me ha planchado hasta con raya. He llegado a la conclusión de que
algo debe de tener, entre sus componentes, la pintura del paso cebra que
convierte, al menos en Donosti, a los peatones en invisibles. O ésto, o que
cada vez que hay un paso de cebra
delante, a los conductores les entra ganas de hacer ejercicios de cuello, y
miran para el otro lado. ¡No falla!
Lo que es el ser humano, somos incapaces de aceptar nuestras decisiones cuando sabemos
que son erróneas, y queremos además quedar bien, fingiendo que no se ha visto
al peatón.
En otro orden de cosas, y como ya he comentado, he tenido
que ir al supermercado, y hace tiempo que llegué a la conclusión de que para
hacer la compra allí es estrictamente necesario llevar un diccionario. ¡Bueno!
En realidad dos, uno en castellano y otro, castellano-inglés. Por ejemplo, esta
mañana, quería comprar un gel de ducha, y el de “siempre” no aparecía por
ninguna parte, había otro de la misma marca, de envase igual, pero en lugar de
ser “dermo protector” (No, acento en la última sílaba no, porque es en inglés,
y se acentúa “tec”. No es una nimiedad porque por ponértelo en otro idioma, que
creemos, por eso, que el producto es más importante, te cobran más.) ahora es “dermo
sensitive”. Para dejar de buscar el producto de siempre, me he creado una “coartada
mental”, y he llegado a la conclusión de que es el mismo protector de siempre,
pero menos “arisco” con la piel, y ahora con este nuevo producto, la piel, mi
piel, será toda una fiesta. ¡Y asunto finiquitado!
Sé que con lo que he dicho sobre la coartada mental más
de uno ha estado en un trance de llamar al "loquero", pero si lo pensamos bien, en
estos días todos practicamos coartadas mentales, bien por decisión propia o
inducida.
¿No es una coartada mental, ésta totalmente inducida, el
pensamiento de que ”la crisis vino por gastar por encima de nuestras
posibilidades”? Es curioso, porque ahora, por ejemplo, no podrías hacerlo, y en
eso los bancos tendrían algo que decir. En realidad, y bien pensado, los
bancos, o mejor dicho, los banqueros, han estado utilizando los mismos métodos
que los camellos, te dan un producto hasta que te enganchas, y luego tienes que
hipotecar, y esta vez realmente, tu vida
y la de tus próximos, para seguir consumiendo.
En el mundo de la política, las coartadas mentales son
múltiples, antes los comunistas tenían rabo y tridente, ahora, prácticamente no
se utiliza como acusación el “comunismo” pero sí lo de “grupo radical” o “antisistema”.
Tristemente, estamos en tal regresión, que va a llegar un
momento que a los “zurdos” solo se les va a mirar bien, si son futbolistas.
Bien pensado, todo esto ha comenzado hoy porque casi me
pilla un coche. Seguro que el conductor era de derechas, por eso, en mi caso,
miraba a la izquierda, y no me ha visto. ¡Otra coartada mental!
*FOTO: DE LA RED
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