¿Seguro que queremos que se cumplan todos nuestros
sueños? Porque quién no ha querido hacer, o que le hagan, una petición de mano a lo “Oficial
y caballero” entrando a la fábrica donde trabaja tu chica y dejando a
todo el mundo anonadado, y especialmente a ella.
Lo que ocurre es que no todo el mundo tiene la percha de un Richard
Gere jovencito y militarizado, ni suena a su alrededor una banda sonora
estupenda, ni todas las jóvenes van a reaccionar como el personaje interpretado
por Debra
Winger, por eso este vecino es más partidario de la frase “Ten
cuidado con tus deseos porque se pueden cumplir”.
Puede que eso mismo haya pensado una joven, en
Málaga, a la que su novio, según aparece
hoy en algunos medios de comunicación, se le ha declarado en la mitad de un
concierto de una orquesta sinfónica, porque yo estoy convencido de que le hago
ese atraco a mano armada a La Nuri, mi sufrida, y no me lo perdona en la vida. Con el
agravante además, de la capacidad que tienen las mujeres de acordarse de todo, punto por punto, o visto de otro modo, el defecto, o no, que tenemos los hombres de olvidar,
especialmente aquellos momentos en que quizás no estuvimos muy afortunados.
No sé si la declaración malagueña será fruto de ese minuto de gloria que se dice
que necesitamos todo el mundo, lo que ocurre es que es muy difícil que
coincidan dos minutos, el tuyo y el de ella, a la vez.
Recuerdo además, que cuando este vecino era muy
jovencito, estábamos, toda mi familia, en una boda viendo a los novios firmar los papeles, tras la ceremonia eclesiástica, y unos cuantos amigos de la pareja firmaban como
testigos. Por aquello de la curiosidad, recuerdo que le pregunté a mi padre si
la firma de los testigos era importante, y mi padre sin parpadear me dijo: -Bastante,
porque si un día, Dios no lo quiera, desean anular el matrimonio, deberían
contactar con todos ellos. Por eso hoy al ver el vídeo de la
declaración malagueña, lo primero que he pensado ha sido eso de: -¿Anda que si
les sale mal y tienen que convocar a todos para informarles de la mala nueva?…
Quizás la respuesta a eso último esté en ese famoso dicho
“El
triunfo tiene muchos padres; la derrota es huérfana”.
Y lo que es más importante, la diferencia de dónde acaba el romanticismo y comienza el mero exhibicionismo puede ser, algunas veces, difícil de diferenciar. En este caso, y en opinión de este vecino del mundo, tanto Richard Gere, por muy bonita escena, tan edulcorada ella, que nos presenta, como el chico de Málaga, en su concierto particular, se han pasado veinte pueblos. Porque lo mismo que Aznar, según sus propias palabras, hablaba catalán en su intimidad, personalmente creo que una declaración de amor es algo íntimo, que tampoco es algo a ocultar pero que no se debe de hacer exhibicionismo.
Y lo que es más importante, la diferencia de dónde acaba el romanticismo y comienza el mero exhibicionismo puede ser, algunas veces, difícil de diferenciar. En este caso, y en opinión de este vecino del mundo, tanto Richard Gere, por muy bonita escena, tan edulcorada ella, que nos presenta, como el chico de Málaga, en su concierto particular, se han pasado veinte pueblos. Porque lo mismo que Aznar, según sus propias palabras, hablaba catalán en su intimidad, personalmente creo que una declaración de amor es algo íntimo, que tampoco es algo a ocultar pero que no se debe de hacer exhibicionismo.
De todos modos y siguiendo con la película “Oficial y
caballero”, os he de decir un pequeño secreto, nunca he querido ser ni el
personaje de Richard Gere, ni por supuesto, y por razones obvias, el personaje
de Debra Winger. En el fondo, siempre en el fondo, he admirado al Sargento
Foley (un Louis Gossett, Jr. en estado de gracia), porque quizás el trato duro a
sus pupilos, sirviera para salvar muchas vidas, aunque su famosa frase “Solo
hay dos cosas en Oklahoma: ganado y maricas”, especialmente en nuestros días, no
sea políticamente correcta, pero en el fondo siempre se adivinaba que era una
muy buena persona, aunque seguro que él nunca se hubiera declarado delante de
una orquesta sinfónica. Quizás porque para las buenas palabras y sentimientos, el aderezo musical pueda sobrar.
*VIDEOS: DE LA RED
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