Creo que los espectadores
por el mero hecho de serlo deberíamos de merecernos un respeto. Si una serie
comienza en un determinado día y hora, debería de continuar, sea lo que sea que
indique el maldito share, hasta que termine esa temporada.
Y es que uno ya está hasta el
gorro, por decir algo que sea políticamente correcto, de sentirse estafado. Por
ejemplo, comienzas a ver la segunda temporada de “B and B”, y sin ningún tipo
de explicación ya es la segunda vez que “se cae” de la dichosa parrilla de
programación. Como tarde mucho en volver, usarán esa famosa táctica de que
el capítulo venga precedido de un “ligero” resumen de media hora, todo ello
adobado, claro está, de publicidad y más publicidad. Eso, sí a algún pensador
de la casa, Telecinco en este caso, no le da por cambiarla de día y dejarla a
un horario más asequible, por ejemplo, a alguien de Nueva Zelanda. Y ya esta
segunda temporada comenzó con la queja de alguno de los actores, porque se
había tardado un año en programar lo ya rodado.
Hoy también este vecino del mundo se ha enterado
de que Televisión Española va a quitar de la programación “Carlos V, Rey
Emperador”, ésta, eso dicen, volverá el año que viene, lo cual me recuerda a lo
hecho en su momento con la segunda temporada de “El príncipe” que “dejaron”
los últimos capítulos para final de año,
y todavía no se sabe nada de nada.
Da miedo comenzar a ver una
serie, porque no es sólo que no tenga éxito, ya que si tiene, y mucho, te
puedes enfrentar no a 13 capítulos, sino a 1313, por decir una cifra, y que la
serie como le ocurrió por ejemplo a “Hospital Central” se eternice. Por cierto, y revisando en mis archivos, hace ya cinco años escribí un post sobre esta
serie, y los despropósitos que habían “conseguido” en sus personajes por
alargarla tanto tiempo (http://patxipe.blogspot.com.es/2011/03/hospital-letal.html).
Cada cadena, cada
productora, busca el éxito de una serie, pero ni hay que avergonzarse de los
fracasos, sino aprender de ellos, y, eso sí, terminar lo ya empezado, ni morir de éxito.
Ahora este vecino del mundo
también tiene miedo con otras dos series (siempre estoy hablando de
series españolas), las dos con éxito, “Mar de plástico” y “Vis a
vis”. La primera, aún sin terminar la temporada, ya suena una segunda,
aún sin confirmar. Personalmente, a este vecino del mundo, ya se le está haciendo un poco largo tantos asesinatos, y que huele a alargar demasiado para llenar, creo que
son, trece capítulos.
Lo de “Vis a vis” me temo,
por otra parte, que si la serie sigue teniendo éxito, es muy posible que la
protagonista, una especie de “Lady Calamity” andante, se jubile como presidiaria. Si hubieran
terminado, como previsto en un principio, hubiera sido una verdadera sorpresa
para todos, porque no nos habíamos dado cuenta de lo que realmente estaba
pasando en esa prisión, no digo nada más para evitar los famosos “spoiling”.
Ahora ya será más de lo mismo, y bajarán, lo quieran o no, el nivel de la serie
porque el grado de sorpresa ya no es lo mismo.
Y al final, como en la vida
misma, el que paga el plato es el currito de turno, si se trata de las andanzas
del gobierno, y en cuanto a programación televisiva, el espectador, que la
mayoría de las veces es ese currito sufridor, que ya no sabe qué hacer para que
en su propia casa no le sigan tomando el pelo.
Al final, descubrirá, con mucha pena, eso sí, que él
compró el aparato, pero, LA TELEVISIÓN, así, con mayúsculas, nunca será suya.
*FOTO: DE LA RED
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