Nunca me imaginé tener un blog, y ...¡Hoy cumplimos seis
años! Seguro que hemos cambiado desde aquellos inicios titubeantes ante un ERE
que nos llevaba a un acantilado bien afilado de horas libres por llenar.
Las canas de la experiencia siempre son buenas, y pueden
servir para el que quiera escuchar, en este caso leer. Y en eso se basó uno de
los primeros pensamientos sobre el contenido del futuro blog.
Una de las características que nos define, es la de
abrirnos en canal, principalmente ante acontecimientos de la vida diaria, y lo hacemos muchas veces
sin medida y apenas orden, tal como van brotando de nuestras entrañas. Y “a
troche y moche”, en parte, significa eso, "sin orden ni concierto", pero es todo lo
contrario a quedarse quieto lamiéndose las heridas.
El camino no nos lo han ido poniendo fácil, porque no hay
que olvidar, que en estos seis años, ha aparecido esa “ley mordaza”, cuya orca
siempre pende sobre el cuello de todo el que quiera decir algo; pero con
sensatez, dobles sentidos y mucho “presuntamente”, siempre se puede
sobrellevar.
En esta playa de granos muy pequeños que es internet,
sobrevivir ante tanto francotirador ya es mucho. Y nosotros ya llevamos seis
años.
El panorama, desgraciadamente, cada vez da para más, y
con escenas que ni el mejor de los guionistas hollywoodienses, o el propio
Almodóvar, nunca hubieran imaginado ni en el mejor de sus colocones artísticos.
Desde esta ventana nunca se ha querido herir a nadie,
aunque algunas veces se quiera dar un toque de advertencia, diciendo que “nos
hemos enterado de lo que has hecho, e incluso de tus futuros planes, luego no
debemos de ser tan ignorantes”.
Muchas veces, detrás de tanta seriedad lindando con el
drama, se esconden situaciones que pueden esconder, cuando menos, gotas de
humor, incluso amargo, y ahí estamos nosotros con nuestra cantimplora de
futuras ideas, intentando recogerlas.
¡Feliz
aniversario! La tarta es para todos, porque vosotros al
leernos, cerráis el círculo de lo que es un blog, hecho para ser leído. Los dulces en esta tarta, simbolizan los diferentes artículos. Solo al probar cada uno de ellos, podremos
descubrir su verdadero sabor, y decidir
si nos gustan o no. Recordando, siempre recordando, que el mañana vendrá con otro gusto y
regusto, que no nos hará olvidar, ni queremos, el sabor del pasado. Ayudándonos, sin embargo, a seguir orientados mirando al futuro, eso sí, bien centrados, y sabiendo dónde
tenemos el corazón. Para que nadie nos lo pueda robar, y con él nuestros sueños.
*FOTO: DE LA RED
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