Hace ya muchos años leí en algún sitio que se hizo un
concurso para una imagen que evocara, metafóricamente, el inmenso amor. Y
ganó una factura de un abrigo de visón, con la firma de quien se supone era el
marido, y que aceptaba el cargo.
Está claro que ahora tanto la imagen, como el mensaje que
se lanza, serían, como mínimo, políticamente incorrectos, y entre otras cosas,
daría también al traste con tantos años de lucha feminista. Además, si se intentara
encontrar al jurado que dio ese veredicto nadie sabría nada, y un halo de
amnesia hubiera poseído a la mayoría de los “sospechosos”.
¿Por qué he empezado con este comentario? Muy sencillo,
me lo ha traído a colación lo ocurrido este lunes pasado en Londres, y que ha
trascendido a la mayoría de nuestros periódicos hoy.
Una pareja iba en el metro hacia el centro, cuando en un momento dado, un energúmeno al ir a
bajar del vagón, agredió al hombre, Jubair
Ahmed, nacido en Bangladés, de 31 años, y se dio a la fuga. No se esperaba, seguramente, que la mujer del agredido, Kilian, española, de
Sevilla concretamente, le siguiera sin pensárselo en ningún momento, mientras vocifera llamándole
de todo en español.
Se ha sabido a posteriori que ella practica la capoeira, razón de su buena forma para seguir al impresentable.
Como las imágenes han sido tomadas en vídeo por otro
pasajero, se ha sabido que la razón para captarlas, y descartar que fuera un
montaje para internet, es porque el individuo en cuestión ya les había
increpado al entrar en el vagón, dos minutos antes.
Más que hablar de esos tristes aires de xenofobia que
están aflorando en muchos sitios, seamos sinceros, quiero fijarme en la parte
positiva del asunto: ese amor que pasa de las entrañas a la acción, sin pasar
por la cabeza, por la razón, y que hace que a esa sevillana no le importara
poner en peligro su físico por el amor de su vida.
Ese racista a la carrera nunca podrá comprender lo que es
ese tipo de amor, porque siempre antepondrá el color de una piel a lo que se
lleva dentro, al sentimiento.
Pensando qué título dar a este post, he
llegado a la conclusión de que le viene como anillo al dedo (y ahora no hablo
de matrimonio, sino sólo de amor) el subtitulo en español que se le dio en 1961
a West Side Story, que también hablaba de un amor interracial, y que en
realidad era una puesta al día de “Romeo y Julieta”.
Ese AMOR SIN BARRERAS es el que este lunes pasado dio forma Kilian en el metro de Londres, ante su marido, que seguro será la envidia de más de uno, entre los que este vecino, por supuesto, se encuentra y se encontrará siempre.
Sin olvidar, ya para terminar, a esa otra agresión al amor, que se está llevando por delante a muchos matrimonios, y que es "la crisis", en realidad otro tipo de "racismo", el del dinero. Siempre se ha dicho que "cuando la pobreza entra por la puerta, el amor salta por la ventana". Y, desgraciadamente, debe de ser verdad.
Sin olvidar, ya para terminar, a esa otra agresión al amor, que se está llevando por delante a muchos matrimonios, y que es "la crisis", en realidad otro tipo de "racismo", el del dinero. Siempre se ha dicho que "cuando la pobreza entra por la puerta, el amor salta por la ventana". Y, desgraciadamente, debe de ser verdad.
*FOTO Y VIDEO: DE LA RED
No hay comentarios:
Publicar un comentario