Al menos desde Donosti, por mucho festival de cine que se esté celebrando, cuando el sol deja de apretar ya se nota el otoño. Y a este vecino del mundo con sus rojos, ocres, y colores calientes en general, el otoño, quizás como a otros parece les pasa con la primavera, le pone, y perdón por la crudeza de la declaración, hasta le pone, iba a decir “un puntito…”, pero ni puntito ni nada, cachondo total.
Quizás será por el animal que llevamos dentro, un oso de
unos dos metros y medio, y que quiere gastar sus últimas energías, antes de irse a hibernar hasta finales del invierno, en actos que le
congratulen. Pero este año, con el tema catalán, uno creo que ya está en estado
total de hibernación desde los primeros días de septiembre, o desde los
primeros ecos separatistas de la recta final que nos llevaría al 1 de Octubre.
Que por cierto, esta fecha a este vecino personalmente se le antoja lo que
viene a ser el antiguo Finisterre, fin del mundo y desastre total.
Aunque al final será como ese gran polvo que te esperabas
echar, o que te echaran, y las expectativas quedarán por los suelos, o en los pliegues de lo que un día fue el tálamo nupcial.
De todas maneras, se nota que este vecino se está haciendo
viejo, ya que en cualquier reportaje televisivo que se emita por las teles, con
declaraciones de nativos catalanes, muchos hablan de vuelta a los tiempos
franquistas, otros de estar muy cerca de una guerra civil, y aunque viví la
última época franquista, aquellos tiempos nada tienen que ver con esta época. Y
lo de la Guerra Civil, lo he vivido a través de recuerdos de mis padres, pero
como diría mi madre “creo que nos quejamos de vicio”.
Ya sabemos lo que hay, gran abundancia de chorizos de
todos los colores, y en Cataluña se han disfrazado, los políticos, de
buscadores de libertad, para que una vez conseguida, ellos se proclamen amos
del cortijo, y sean ellos mismos quienes repartan las cartas, y supuestamente
se queden con las mejores.
Tampoco hace falta pensar mucho. Si después de los años
que el hombre está en la tierra, el asunto, todos los asuntos, están como están,
es que el fallo es el hombre mismo. Y tomaremos las poses que queramos, pero
nuestros bajos instintos son el ancla que nos impide avanzar.
Por eso prefiero que el Otoño me ponga cachondo, así en general, e incluso con un punto artístico, mis cuadros al óleo, que otros intenten quedar como líderes de la manada, y al final se gasten las tarjetas negras en ropa interior, no sé si de marca, pero que marca y bien marcado, aunque no precisamente a sus esposas. Que ellas, las muy pobres, es un decir, nunca se han planteado, como decía aquel cuplé, "de dónde saca pa tanto como destaca”.
Por eso prefiero que el Otoño me ponga cachondo, así en general, e incluso con un punto artístico, mis cuadros al óleo, que otros intenten quedar como líderes de la manada, y al final se gasten las tarjetas negras en ropa interior, no sé si de marca, pero que marca y bien marcado, aunque no precisamente a sus esposas. Que ellas, las muy pobres, es un decir, nunca se han planteado, como decía aquel cuplé, "de dónde saca pa tanto como destaca”.
Por cierto, pasado el 1 de Octubre, si el mundo
sobrevive, que lo hará, no soy partidario, por supuesto, de ninguna recompensa a
los que han montado toda esta feria, importantísimo, con el dinero de todos. Si
los partidos, todos, hablan en sede parlamentaria y se vuelven a replantear
nuevas formas para nuestra Constitución, que nunca sea a modo de chupete para
que los políticos que han estado llorando, paren de hacerlo.
No puede ser que cada uno haga de su capa un sayo, y
encima pretenda que se lo paguen a buen precio.
*OLEO: "OTOÑO EN POESÍA: IRATI", de PATXIPE
*OLEO: "OTOÑO EN POESÍA: IRATI", de PATXIPE
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