Este vecino del mundo lleva un tiempo, ya mucho, quizá primero
sorprendido, y cada vez más fascinado por la figura que representa Mario Vaquerizo
en nuestro panorama actual.
Y este artículo viene motivado porque hace un rato, sobre
las cuatro de la mañana, he abierto el frigorífico para coger una botella de
agua muy fresca, y durante una fracción de segundo, he tenido la sensación de que
al abrir la blanca y fría puerta del aparato en cuestión, iba a encontrarme con
Mario, que tras una corta risita a modo de exclamación, me iba a decir, como si
me conociera de toda la vida, lo fríos y pequeños que hacen últimamente los pisos,
ese en cuestión.
Todo tiene parte, al menos, de explicación. El último
programa que he visto hoy/ayer en la tele ha sido “Hipnotízame”, naturalmente,
con Vaquerizo dentro.
Hay trabajos que creemos que hace mucho tiempo pasaron a
mejor vida, pero que si lo pensamos bien, lo único que hicieron fue reconvertirse, y uno de ellos fue el de bufón.
Según la R.A.E. una de las definiciones de bufón sería “Personaje
cómico encargado de divertir a reyes y cortesanos con chocarrerías y gestos”. Pero
si modernizamos, o democratizamos un poco más el concepto, tendríamos algo así como
“Personaje cómico encargado de divertir a todo bicho viviente, especialmente
por televisión”.
No, tampoco he cogido el término “bufón” al azar ni por
hacer daño, pero esa palabra tiene mucho de servilismo, de ser menos que quien
le mira, y eso al menos pareciera ser el rol que hace mucho tiempo Don Mario ha adoptado, o los medios le han dado, vaya usted a saber.
Por otra parte, está esa famosa frase, tan española como
un buen cocido de garbanzos, que dice ”Ande yo caliente, y ríase la gente”.
Porque incluso la misma vestimenta de Mario, tiene mucho de “buhonero”, un
nuevo Fagin de “Oliver Twist”, aunque lo único, y no es poco, que nos robe el
bueno Del Vaquerizo, sea nuestra atención.
Hace apenas unas dos semanas se conocía la noticia en el
mundo del cotilleo, de que Alaska y Mario Vaquerizo habían comprado la
casa, se dice que por medio millón de euros, de su amiga Bibiana Fernández, que
anda con problemas con Montoro, perdón
con Hacienda, así con “H” mayúscula, como los problemas que muchos están
teniendo con ella.
Al enterarme de esa noticia, una gran sonrisa, cuando
menos espiritual, afloró en mí. Porque
es una pareja que me cae bien, que son muy currantes, y que especialmente Mario
Vaquerizo, ya es un pequeño Dios, porque está en todas partes, y como el junco
que se dobla con el viento, y nunca se
rompe, él al final aprovecha ese aparente “ser menos del que le está viendo”,
para pasar por caja una y otra vez.
Vaquerizo, Don Mario, una persona que entre su
trayectoria profesional ha sido representante de parte del famoseo nacional, puede
tener mucho de extravagante, pero de bufón y de mirarle desde arriba, mientras sólo él quiera y le paguen bien. Incluso una persona con tantos amigos como él, por fuerza,
no puede ser mala, no tiene tiempo material.
Vuelvo al frigorífico a dejar la botella de agua, y si
ahora me encuentro de verdad con Mario, pues eso, no me importaría pasar cinco
horas con él.
*FOTO: DE LA RED
No hay comentarios:
Publicar un comentario