En el fondo somos como niños.
Nos salimos de la rutina, por ejemplo, nieva, y en
abundancia, como hoy ocurre, y nos sentimos como niños con zapatos nuevos. Hoy hasta el
gobierno puede parecer mejor, e incluso el Señor Rajoy, en un momento dado,
entre bolazo y bolazo, en la calle y con la gente menuda, nos puede parecer que
tiene incluso cara de inteligente, y en las bodas en las que es invitado hasta
es el más gracioso y bailongo del lugar.
Por cierto, para el gobierno central también es como si
hubiera nevado, y el resto de los políticos (Ciudadanos, Psoe, Podemos) se les han posicionado en contra, y les dan
bolazo va, y bolazo viene, con el sueldo de nuestros cuerpos policiales y
Guardia Civil intentado equiparar sus nóminas a las de los cuerpos autonómicos,
por aquello de no ser menos.
Y nuestros jubilados, también, más cabreados que una mona
con el euro que les han subido de media, incluso por la tele a uno de ellos se
le pudo ver, en alguna manifestación, literalmente en bragas.
Es una pena que sean ellos, nuestros jubilados, aquellos
sobrevivientes de todos los logros sociales de los años sesenta y setenta,
quienes todavía se tengan que batir el cobre, porque los jóvenes de ahora deben
de haber nacido con horchata por sangre.
Somos un país sin ley ni orden. Cada uno va a lo suyo,
como los de “El hormiguero”, este lunes pasado, que terminando sus programas habitualmente
a las once menos veinte, eran las once y veinticinco, y como estaban presentes
Amaia y Alfred, nuestros representantes en Eurovisión de este año, y
provenientes de O.T. 2017, parece que tenían vía libre, para romper todo tipo
de “shares”.
Y es que mientras en Gran Bretaña, en terrenos de cultura, se lleva el “To be or not to be”, el “Ser o no ser”, nosotros nos conformamos
con el “Share o no share”. Y normalmente, de puertas para fuera, en lo que viene
siendo Europa mismo, “shomos” bien poco, aunque vayamos a poner, en cualquier momento, "de Guindos" al pastel.
*FOTO: DE LA RED
No hay comentarios:
Publicar un comentario