Los más viejos del lugar
conocen esa expresión de que “cuando el diablo no sabe qué hacer mata
moscas con el rabo” y este vecino mientras vagaba /divagaba por periódicos
digitales esta mañana, ha llegado a la conclusión de que es, siempre se ha
dicho además, obligación de los jóvenes ser de izquierdas, y que la vida ya te
va poniendo en tu lugar, y a medida de que ya tienes algo que proteger, te vas
volviendo de derechas, de los de toda la vida.
Y con el diablillo todavía dentro he seguido matando
moscas, y he llegado a la conclusión de que en nuestros días, Jesús, el hijo
del carpintero, ahora, en una boda, para quedar bien ya no multiplicaría ni los
vinos ni los peces, sino que empezaría a regalar el milagro de moda, los
masters de universidades varias que se
ciñen a tu cintura laboral para cuando vengan mal dadas. De tal manera que para
cuando se termina el ágape, quien más, quien menos, ya tiene conocimientos de
economía y derecho, al menos es lo que constara en el papel de marras que les
sería entregado al final de la comilona.
Me imagino que los tres de Oriente para estas próximas
Navidades ya estarán preparando también, a modo de Kit de supervivencia para
viejos políticos, los tres mejores masters que les servirán para volver a su
vida laboral junto con otra colección, esta vez, de tarjetas black para regalar
desde un liguero negro a sus colaborador@s más cercan@s a una colección de viejos
vinos incunables.
Por cierto, como regalos estrella para independentistas
de nuevo cuño, he oído que Los tres de Oriente (suena a nombre de grupo rumbero oriental) ofrecerán todo tipo de viajes
a Alemania, con audiencia concedida por El Gran Sabio, siempre en Hoteles de
Super-Lujo, y garantizadas habitaciones en amarillo orgasmo.
*FOTO: DE LA RED
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