A propósito de Pablo Alborán, o mejor dicho, de sus
declaraciones manifestándose homosexual, todo es cuestión de opiniones,
pero para este vecino del mundo, parar las rotativas, o acercarse a los medios
de comunicación para hablar solo de ello, de tu opción sexual, aunque sea,
siempre se dice, para ayudar a otros muchos, especialmente fans, este
vecino no cree que sea ayudar a normalizar el tema.
Pareciera, llamenle malpensado a este vecino del mundo, que ese cambio de conducta de hasta ahora sólo querer hablar de su trabajo, pudiera estar motivado, seguramente no será el caso, a que alguien hablara de ese tema, o no hablarlo, previa petición remunerada.
En primer lugar, no se debería de dar importancia a ese
asunto. No se habla de que uno es rubio, o moreno, cada cual es como es, o como
quiere ser, por lo cual, la mejor manera de hablar del tema, de normalizarlo,
sería darle la importancia que tiene, más bien poca.
Por ejemplo, este vecino
recuerda a Paco León en el programa de Bertín Osborne, hablando de su vida,
comentó así de pasada, que hasta que conoció a su mujer, siempre había tenido
ligues con hombres. Porque la vida va como va y en cualquier momento puedes
conocer a alguien del que o de la que te enamoras, y circunstancialmente tiene
un sexo u otro.
Otra persona que es un claro ejemplo de que ella lo tiene
totalmente normalizado, y que cuando tiene que hablar se refiere a su novia,
sin tapujos, es Anna Castillo. En este
caso, quizás pueda intervenir su juventud y que ella ya proviene de una época
en que a los jóvenes, o los tomas o los dejas, porque debes de cambiar tú y tu
opinión, en el caso en el que se te haga, como mínimo, muy raro esa opción
sexual, porque ellos saben que no están para perder el tiempo dando
explicaciones.
Tampoco, en opinión de este vecino, es de ayuda para
normalizar la homosexualidad el hacer continuamente alarde de ello. Cosa que pasa, en algún canal de televisión. Pero diría prácticamente el mismo discurso para aquel que esté
diciendo continuamente que es muy macho, o a aquella que es una mujer, muy
mujer.
Se comprende que tras muchos años de tener que vivir
prácticamente en la clandestinidad haya al comienzo de la “normalización” una
especie de eclosión aplastante, pero todo debería de tener, como se dice ahora
en otro sentido, una nueva normalidad. Y no preguntar a alguien “¿Qué hora es?" Y te responda, prácticamente a la manera de Rajoy, "Yo soy homosexual, y mucho homosexual".
Siempre se ha dicho que el movimiento se demuestra andando,
…viviendo, …amando.
*FOTO: DE LA RED