Leo por ahí que el hijo de Fernando Jiménez del Oso ha
debido de comentar estos días, en un libro, al cumplirse quince años de su
muerte, que su padre se solía reunir con la entonces Reina Sofía, y al parecer incluso con gente de la Nasa, para hablar de temas esotéricos
en un palacete de la calle de San Bernardo de Madrid. Espero que no fuera a
partir de las doce de la noche y a luz de un candil, porque iba a ir entonces
la tía de usted.
Quizás uno es machista, como dice la canción, porque el
mundo le ha hecho así, pero automáticamente he pensado que, mientras, seguro que
su marido andaba de picos pardos. Como si lo uno hubiera llevado a lo otro, y
la entonces reina no hubiera tenido otra cosa que hacer que jugar con las
anteriormente conocidas como ciencias ocultas.
Quizás este tipo de comentarios pueda denotar que uno no
tiene un gran pasillo en su casa, de hecho, y no es broma, no tiene pasillo
alguno, y durante el confinamiento se tiene que poner un chándal mental y
buscarse la vida con pensamientos que normalmente no aterrizaran en su cerebro
en días sin ser coronados por el virus.
Este confinamiento me ha hecho recordar incuso al
Bill Murray de la película por todos conocida como ”El día de la marmota”
aunque en España por esas cosas que pasan no se titulara así, sino “Atrapado en
el tiempo”. En esa película el protagonista con tal de ligar, y como ve que la
historia para volver a su vida normal va para largo, aprende a tocar el piano.
Ahora los pensamientos a este vecino del mundo no le llevan
a ligar, sino que parece que en los balcones aprovechando tras el momento de los
aplausos, se ha puesto de moda el “hágase lo que se sepa”, y hay quien canta, quien
toca instrumentos, y a quienes la vida nos ha debido de pasar por delante
mientras hacíamos otras cosas, que tampoco recuerdo qué.
Días de zozobra total, ni pasillo para caer rendido tras
una intensa caminata, ni una habilidad especial que mostrar al personal. Fue
John Lennon quien dijo que la vida es eso que pasa mientras tú haces
otros planes.
Está claro que en lo único que me queda esforzarme ahora es
en sobrevivir al corona, para demostrar que la lucha ha merecido la pena.
*FOTO: DE LA RED