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domingo, 30 de junio de 2019

MISCELÁNEA CON MONO MARITAL...



Último día de Junio, y a lo tonto ya nos hemos comido medio año como quien dice,  y faltan unas horas para comenzar la segunda parte del 2019, que seguramente, y como cada uno cuenta la feria como le va, cada vez va más rápido e incluso, desgraciadamente, sin frenos ni marcha atrás.

Con las dos semanas anteriores ya nos habíamos acostumbrado (porque aquí, en nuestra España, más de dos veces ya se puede considerar como “tradición”) a tener un fin de semana con boda e incluso bodas (tres eran tres las hijas de Elena) y esta semana nos han dejado con el mono marital.

Al final habrá que pedir al gobierno de turno, cuando lo tengamos, que cada fin de semana haya mínimo, como las farmacias, una boda de guardia, que nos alegre la parrilla televisiva, y hasta desatasque las llamadas cloacas del estado,  para que al menos circulen más que hedores, otros aromas.

Hoy he de confesar que me siento, entre otras cosas, desplazado, quizás tanto como la bandera del Orgullo en el Ayuntamiento de Madrid, y que no me digan que no es para tanto. Desde el momento que ha ocurrido, hay un claro por qué, y ya sabemos que dirán, quienes toman las decisiones, que su electorado se lo pide, dando a entender allá en el eco del subconsciente que ellos solo son unos mandados, y que hacen todo lo que su electorado les solicita.

Momentos como ese, el desplazar una bandera por otra, un asunto por otro, siguen haciendo que se siga jugando con los colores nacionales para uso y salvaguarda de unos cuantos.

Ese ataque homófobo en un McDonald de Barcelona, con esa más que lapidaria frase de “¡Te voy a hacer heterosexual a hostias!” tiene como definitorio el que hay tantas excusas como quieras, ya que el atacante, según él, y se puede escuchar en el vídeo, estaba preocupado, al menos eso dice, porque había niños que iban a ver cómo iba vestido el ya agredido (al menos en su amor propio).

Al ver un tuit de Albert Rivera condenando ese ya comentado ataque homófobo,  llámenme mal pensado, pero como acto reflejo me llegó la imagen añeja de esa nota que todos hemos llevado de casa al colegio en la que se explica que el niño mañana tiene que salir antes porque tiene que ir al dentista.

Por cierto, los blogueros o “bloggers”, también tenemos nuestro electorado, y debemos de cumplir con las expectativas que en su día pusieron en nosotros, y que vamos intentando renovar post a post y cada vez que nos vestimos por los pies...

*FOTO: DE LA RED

lunes, 31 de diciembre de 2018

ÚLTIMOS INSTANTES



Este vecino del mundo ha estado ponderando un buen rato sobre qué decir en el último post del año. Y como uno no tiene el poder de ser genial, o estar sembrado, en cada momento, ha  tomado la determinación de que lo mismo que piensa cenar esta noche en un atuendo que los pijos denominarían “casual”, y que en el pueblo que me vió nacer, Elgóibar, describiríamos como “de andar por casa”, que es como realmente me siento bien, en este post, el último de este año, solo quiero hablar de vosotros, ya que el resto del año ya aprovecho para hablar de lo que me mueve y me conmueve.

Hablando con el corazón en la mano, metafóricamente hablando, por supuesto, si no sería cuando menos engorroso e incluso complicado, os deseo que se cumplan todos vuestros planes, y que hagáis lo que verdaderamente os pidan vuestros respectivos cuerpos, dentro de un orden naturalmente, y sin volvernos locos. Respetando, por supuestísimo, a los demás y a sus respectivas maneras de ver la vida.

Ya hace tiempo que este vecino si tuviera que diseñar su “alma interior”, sería más bien de tendencia minimalista, y en colores de gama “blanca inocencia”.

Si nuestras vidas fueran historias escritas, el libro de este año se cerraría hoy, y el mañana, como en realidad ocurre, seguro que es otra historia, aunque el protagonista, tú, sea el mismo.

Un abrazo a cada uno de vosotros, y un muy feliz año nuevo.

*ILUSTRACIÓN: DE LA RED

domingo, 1 de julio de 2018

PROPÓSITO DE ENMIENDA



Domingo, y me doy cuenta de que la mitad del año ya se ha ido decidiendo, prácticamente, si son galgos o podencos.

Si los que han venido ahora al gobierno quieren lo mismo que los anteriores. Por ejemplo, que la televisión pública les ponga a ellos como los buenos. Y a Pablo Iglesias no le ha faltado tiempo para acercar el ascua televisiva a su sardina, y nombrar como máximo jefazo televisivo a un tal Andrés Gil.

¡Es curioso! Para decidir eso, poner una cabeza visible, al  contrario que con su casoplón, no ha querido ni preguntar a las bases de su partido, y para cuando nos hemos dado cuenta ya tenía vestido al santo.

Quizás demasiado rápida la reacción de Iglesias, con ligero olvido; porque no le cuadran los votos. Y es que a los del PNV, con auténtica vocación de ser siempre bisagra no les gusta la elección podemita, y no habrá voto de consenso.

Parece que el tiempo en barbecho de Podemos tras decidir anteriormente no apoyar la candidatura socialista y que consecuentemente Rajoy siguiera andando rápido por los jardines de la Moncloa, no les ha aclarado las ideas de que el futuro de España no es lo mismo que el futuro de Podemos.

Quizás la actual situación política, muchos partidos y mosqueados, ayude a alcanzar un consenso, porque la decisión debe de ser para mañana, lunes. A la fuerza ahorcan.

Ese propósito de enmienda que, en teoría nos hicimos hace seis meses, con el año nuevo, debe de tener la misma fuerza, tristemente, que la de un Diego Armado Maradona a resistirse a una nueva juerga, con puro incluido, con el deporte al fondo, muy al fondo. Un espectáculo lamentable, y además televisado.

Por si muchos no saben, se supone que Maradona es un embajador de la FIFA por lo que cobra alrededor de 11.300 Euros por cada evento en el que participa, gastos aparte. Con lo cual, y visto lo visto, en su caso es como intentar apagar un incendio con gasolina.

*FOTO: DE LA RED

jueves, 31 de diciembre de 2015

TERMINANDO A TODA PASTILLA



¡Ya está! El libro de este año se cierra hoy. Atrás quedarán personajes que se han ido para siempre, unos porque nos han dejado físicamente, otros porque el olvido se apoderó de ellos, o incluso de nosotros. 


Menos mal que para acabar un año no hay que dejar zanjado todo lo del año anterior,  como si fuera un curso escolar, porque sino, por ejemplo, los catalanes a lo mejor en el 2020 cerraban el 2015, en cuanto a votaciones se refiere, y Mariano Rajoy, si hubiera que esperar a que cree ese millón de empleos, lo acabaría, en todo caso, su tataranieto, que para más inri, a lo mejor era de “We can”, porque para entonces todos hablaríamos en inglés, eso sí, con acento de Cuenca, el que fuera de Cuenca, e insertando unos cuantos “pichas” el que fuera gaditano.


La verdad es que este año ha sido movidito, pese a la inmovilidad de un gobierno cada vez más parecido a aquel personaje de Paco Martínez Soria, “Don Erre que Erre”, que siempre ha confundido, como la mayoría de los políticos, lo que desea su partido, con lo que desea España.


También hemos aprendido, por aquello de que a la fuerza ahorcan, que incluso podemos estar peor, y que desde la izquierda, la culpa la tiene la derecha, y, por supuesto, que al revés. Y al final, como decía la canción, seguro que la culpa fue del chachachá. Siempre tan proclives a echar la culpa a alguien, y no a encontrar el camino para enmendar errores posteriores.


Creo, y la experiencia es un grado, que este año en lugar de doce uvas, me voy a tomar doce pastillas pero, tranquilos, de esas que venden, en lo que ahora se ha bautizado como “tiendas de chuches”, y que antes formaba parte de la tienda de ultramarinos de toda tu vida, y que ha desaparecido por culpa de una de las mil franquicias. Pastillas que aunque son blancas, como toda pastilla que se precie, son de diversos sabores, como limón, naranja, fresa…


No tengo la intención de que se llenen las “Urgencias” de este país, y menos tal noche como la de hoy, con personas en estado comatoso, sino que en una especie de brindis al sol, o de "que lo que no te mata te hace más fuerte", me voy a ir vacunando, con cada campanada, contra pecados, o defectos, como la envidia, el pelotazo, el egoísmo, el “hoy yo primero, y mañana también”, el culto al cuerpo por el culto al cuerpo, y dentro de ese cuerpo, más yermo que la mojama, suponiendo que la mojama sea yerma, no encuentras nada.


Vacunarnos contra las promesas incumplidas, contra las frases llenas de apariencia y nada de coherencia, contra obispos más papistas que ese cura obrero que ahora tenemos por Papa, que no confundamos la noticia con la propaganda, la búsqueda de la verdad con la búsqueda de su verdad.


Hoy terminamos un libro, de nuestra propia biblioteca. Un ejemplar, de una vida que normalmente no suele serlo, que huele a amor, a decepción, a tristeza, a alegría.  Un libro que resume una vida, la del propio interesado,  y del que tenemos que aprender, para que el que inauguremos mañana, tenga menos borrones, menos zonas oscuras de nuestra cara oculta. Eso, en el mejor de los casos, de que lleguemos a inaugurar el libro del mañana, porque la vida ya es tan precaria en sí, como esos contratos de un día, que no sirven para dar de comer, sino para bajar la cifra de parados, y no la de muertos de hambre.

¡Año Viejo, que te den!

*FOTO: DE LA RED

viernes, 6 de febrero de 2015

EL ELEMENTO BLANCO COMO GRAN ZANAHORIA


Quizás estos días llenos de estampas blancas y frías, hemos podido disfrutar, el que haya podido, de bellos paisajes, estampas navideñas sacadas de época, en las que lo único que fallaba, para que todo fuera perfecto, éramos nosotros.
¿No estamos acostumbrados a la nieve?
Eso me he estado preguntando estos días, y en realidad no estamos acostumbrados a nada, y a todo. La vida es como un gran ascensor, en el que al montarnos hablamos del tiempo para evitar hablar de nosotros a ese vecino que nunca nos ha hecho nada, pero que diríamos que tiene cara de imbécil, si en realidad supiéramos qué cara tiene un imbécil, y si los imbéciles tienen una cara logotipo, marca de agua o lo que fuera.
Este vecino del mundo nunca ha visto a un animal, a un perro por ejemplo, que al salir a la calle, ya sabemos que no hablan, pero por gestos, o actitud, se queje  de que hay nieve, de que hay agua, de que hay sol, o de que no hay nada.
En esta época del año, invierno, es NORMAL, que haga mal tiempo, si mal tiempo es que nieve. Gran parte de los medios de comunicación pasan mucho tiempo hablando de ese elemento blanco, parece que se ha instaurado una especie de primera división de campeonato nacional de nieve, y competimos entre provincias haber dónde ha nevado más.
En cualquier momento algún presidente autonómico va a pedir al Señor Mariano Rajoy, Presidente de este garito llamado España, igualdad o paridad con respeto a la nieve, alegando que es un bien, o un problema, o lo que sea, común, y que hay que repartir ENTRE TODOS, que ellos se sienten maltratados con este reparto, porque así salen menos en los medios de comunicación, y así vende menos su autonomía, que no olvidemos, al final es de lo que él vive, y muy bien por cierto.
Y es que, mientras nos quejamos de una cosa no podemos quejarnos de otra, y a alguno le vendrá bien.
¿No os parece que la nieve puede ser una especie de gran zanahoria para que todos vayamos mirando para adelante, y no miremos para los lados, que es donde quizás se corte el bacalao, o las grandes ideas, o la chispa de la vida, o vaya a saber usted qué?
¿Qué hoy estoy un poquito bastante susceptible? Es posible, pero últimamente se establecen protocolos de grandes catástrofes para cualquier cosa. No hay un día normal. Estamos, o en alerta amarilla, o en alerta roja, pero siempre hay algo. ¿Nieva? Y ya te están recordando llevar una manta en el coche, con batería de repuesto para el teléfono móvil. 
Echo de menos, siempre he echado de menos, que no recuerden al montarse en el coche llevar el testamento actualizado en la chaqueta de uno, junto con el carnet de identidad. Así la policía perderá poco tiempo en contactar con la familia del finado.
¡Veamos! Si hace cinco años, en la nevada de hace cinco años, un conductor, el Señor X, metió, avisado por los medios de comunicación, una manta en el coche, normalmente la manta seguirá allí, en el coche, junto con la rueda de repuesto que seguro que no sabe cambiar, y que para eso no hay campaña de concienciación.
Mi vecina Mari Pili, la del segundo B, cada vez que salimos a la calle estos días, debe de creer que estamos en Siberia, y nos despide hasta con lágrimas en los ojos y nos hace recordar si llevamos de todo. Ayer le dije, eso sí, de buenas maneras, que llevaba comida hasta para los seis perros del trineo, y le pareció normal mi contestación, tan metida en su papel de salvadora de cuerpos.
Lo dicho, que mientras hablamos de la nieve, no hablamos de la Nieves, o de Pablo, o de Luis, o de Yolanda, a la que le gustan los hombres una barbaridad, pero a la que desgraciadamente no le gustamos nosotros.
Y, recordad, dentro de poco hablaremos del polen y de las enfermedades asociadas, y alguna otra alerta caerá, para recordarnos que siempre hay alguien que vela por nosotros, ya que nosotros vamos como locos, y si vivimos un solo día más, seguro que es por ellos, por esos estamentos que siempre están ahí, en la sombra, en este caso de la nieve, porque nosotros nunca, nunca, hemos sabido cuidarnos solos, y ellos actúan de hermano mayor.
Además, y ya para terminar, lo voy a confesar, la última vez que se preocuparon por mí...me robaron la cartera. Solo llevaba facturas, pero me la robaron. Y eso, lo juro, no va a volver a pasar.

*FOTO: DE LA RED

lunes, 9 de diciembre de 2013

CORTA Y PEGA

Por si no era más que evidente que se está terminando lo que se daba, con respecto a este año, la mayoría de los medios de comunicación ya han comenzado a hacer resúmenes. Y como se supone que eso lo irán preparando en el día a día, incluyendo las  noticias en diferentes carpetas creadas al efecto, ya solo queda el famoso “corta y pega” al que todos somos tan aficionados.
Ahora aparecerán las listas de, por ejemplo, la evolución de la economía mes a mes, lo que han dicho los diferentes partidos políticos, incluyendo el del gobierno, que iban a hacer y lo que han hecho en realidad, los premios literarios más importantes, las bodas del año…
Y es triste, pero el currito de a pie nunca aparece mencionado con nombres y apellidos, solo en un número acumulativo de parados, o engañados, o estafados…
Para el nuevo año, este vecino del mundo ha hecho el firme propósito de preparar sus propias carpetas mentales para saber a final de año, del siguiente: 
Los nuevos sueños, cumplidos e incumplidos, cantidad de nuevos amigos, los buenos momentos de cada día. Los lugares que te han hecho sentir que estás vivo, las canciones que te han enternecido, la poesía que has sentido como tuya. Los niños que has acariciado, aquellos ojos con los que has sido cómplice, la puesta de sol que has grabado en tu ADN. Aquellos objetos en los que pondrías el nombre de tu amada, el mundo que crearías, el mundo que cambiarías. Los momentos de tu vida que volverías a vivir, a las personas que pedirías perdón, y a aquellas que dirías las verdades del barquero. Los lugares que volverías a visitar, los lugares que quisieras conocer. Las promesas que todavía no has cumplido, las que ya cumpliste. Las promesas que te hicieron y que se quedaron en la esquina de los tiempos.
Por todas estas listas, y ya para terminar, este vecino del mundo propone que para el año que viene en lugar de practicar el famoso corta y pega, será mucho más sano, o menos pernicioso, practicar el corta y olvida.

*FOTO: DE LA RED