En la radio, en Onda Cero sobre las nueve y veinte de la
mañana, entrevistan a Teodoro García Egea. Me lo imagino disfrazado de cabeza
de cerilla, de fósforo, en el que en el palo pone PP y Pablo Casado. En el
fondo viene a decir la suerte que tiene al ser del partido que es y tener
siempre razón en su visión de los problemas. O visto de otra manera, lo que se
sufre siendo los únicos que tienen razón y darse cuenta de la cantidad de
necedad que les circunda.
Echo de menos que alguien se pronuncie sobre el caso
Julian Assange. Parece ser que lo ocurrido con el alojado desalojado, en ese
zapping internacional, les ha debido de pillar a todos yendo al servicio, y al
parecer con los calzones o faldas, por aquello de la paridad bien entendida,
quitados.
Una verdadera vergüenza, cuando además uno de los
implicados, Gran Bretaña, nunca ha estado para que le tienten ni la chaqueta ni
la pernera. Buenos son ellos marcando las distancias entre el continente y el
contenido… Aunque me da, llámenme mal pensado, que esta vez hay una sombra más
alargada, de un presidente con nombre de pato,
con melena y desmelenado.
Aquí todos somos muy valientes y se nos llena la boca
especialmente de aire, pero en momentos así deseamos que nos separen, y paren,
aunque ya estábamos parados porque nunca hicimos nada.
Ya para terminar, y pido disculpas aunque me lo han puesto huevo, nadie ha respetado las canas de Julian Assange, que para más inri son más que evidentes, y los ecuatorianos de su embajada todavía deben de estar preguntándose, como en esa célebre canción infantil, ¿Dónde están las llaves?...
*FOTO: DE LA RED