¡Que sí! Que he llegado a la conclusión de que nos
quieren cuando menos entretenidos, sino cabreados del todo.
Lo mismo que a los pollos de granja les aplican, por
decirlo de alguna manera, una especie de microclima, mediante luces constantes,
para que no paren de comer y comer, al españolito medio le quieren tener en
tensión constante para así, mirando al tendido, sea más fácil robarle la
cartera y hasta su honor.
No se puede decir otra cosa, respecto al panorama
televisivo, que si no ves, por ejemplo, Telecinco, para no colaborar con esa
mafia que tienen montada para ver la vida a la manera que confecciona su
fábrica, programas blancos, o series españolas se pueden contar con los dedos
de las dos manos en cada temporada. Pero, por ejemplo, este martes vuelve en
RTVE esa serie de gran éxito que es “Estoy vivo”, y la tienen que poner, para
indefectiblemente seguir cabreándonos, a la misma franja horaria que en Antena
3 ofrecen la interesante y recién nacida “Presunto culpable”.
Saben, los jefes y las mentes pensantes de cada cadena,
que la mayoría de los espectadores pueden bandear el problema viendo una
serie en directo, y la otra, por ejemplo, mediante la página web de la cadena
afectada. Parece que lo importante, sin embargo, es comprobar quién la tiene más larga
(la lista de espectadores, claro). Aquí la imagen es nítida, esa del maño
cabezón que al ver acercarse el tren a toda velocidad sentencia eso de: ¡Chufla,
chufla, que como no te apartes tú!
Y al final, así nos van a tener, apartados de una cadena
de cabecera, y preparándonos, como en la cocina de un buffet, que picas de
aquí y de allí, y al arrimar tu plato
repleto de retales culinarios donde está el resto de tu familia o amigos,
bautizas a tu "engendro" con el consabido “cocina de autor”. Y lo triste, es que no
has mentido, sino que inventas cada día diversas maneras de sobrevivir, por lo
menos, ante tanta mala leche.
*FOTO: DE LA RED