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sábado, 7 de julio de 2018

DOS POR UNA (...A ESTAS ALTURAS DE LA PELÍCULA)



Por correo interno he recibido estos días mensaje de una gran amiga preguntándome por películas que he visto recientemente, y que las pueda recomendar.


Precisamente no he tenido mucho tiempo para dar rienda suelta a mi fiebre cinéfila en su manera más directa que es visitando las salas, pero en las últimas cuatro semanas he ido a ver dos películas que son totalmente recomendables.

Una de ellas es la taquillera y ya super-aireada por todos los medios de comunicación, vía publicidad más o menos encubierta,  "Jurassic World - El reino caído".

Para los seguidores de la franquicia, un producto más que digno. Tras los nada despreciables 128 minutos de metraje, es obligación decir que la película te engancha desde el principio y no te suelta hasta la última secuencia. Incluso es una de las pocas veces que le pasa a este vecino del mundo que le da la sensación de que ocurren demasiadas cosas.

Como debut en el sistema americano es una buenísima tarjeta de presentación de nuestro J.A.Bayona.

He dejado, no como segundo plato, sino como broche de oro una película más bien pequeña, pero muy interesante llamada "Tully".

Es uno de esos platos de nueva cocina, de envoltura atractiva (como lo es la mismísima Charlize Theron, incluso implicada en tareas de producción), pero con un sabor un tanto agrio que te atrapa de tal manera, que si ves esta película, me atrevo a decir que no la vas a olvidar nunca.

Es la historia de Marlo (Charlize Theron), madre de tres hijos, el nacimiento del más pequeño forma parte de la historia que se nos relata.

El hermano de Marlo (Mark Duplass), viendo las dificultades que sufre ella durante la crianza, se decide a hacerle un original e inquietante regalo: una niñera para que le ayude por las noches. Lo que al principio no deja de ser para Marlo una extravagancia, derivará más adelante en una relación única con Tully (Mackenzie Davis), una joven niñera, algo más que sorprendente.

Película con truco argumental que por supuesto no vamos a desvelar, y que demuestra una vez más que la Señora Theron es algo más que un cuerpo agraciado y que no pone reparos en dañar su imagen si la propuesta lo merece.

Con un original guion de Diablo Cody y dirigida por Jason Rietman (con las más que estimables Juno y Up in the air en su haber).

Personalmente la ví el mismo día del estreno porque había oído hablar muy bien de ella, y desde entonces, espero que entendáis la expresión, la estoy rumiando.

Un consejo, si te estás planteando tener hijos pronto, te puede influir, y quizás no para bien.

*FOTO: DE LA RED



miércoles, 21 de agosto de 2013

PREYSLER, UN LUJO A SU ALCANCE

Ya sabemos que está todo inventado con aquel antiquísimo “no hay nada nuevo bajo el sol”, pero sí nuevas vueltas de tuerca a lo ya inventado.
La sociedad actual es la sociedad de la franquicia, en la que alguien en su momento tuvo una idea brillante, por decirlo de alguna manera, y luego esos derechos se los va concediendo, previo pago naturalmente, a otros para su comercialización en una zona determinada. Sin embargo, quizás, muy poca gente se haya dado cuenta de que lo mismo, o muy parecido al menos, ocurre actualmente con las denominadas sagas familiares, de famosos o similares, en cuyo máximo exponente se mantiene a la cabeza, y durante muchísimos años, un apellido que antes nos hubiera sonado solo a rock del bueno, y ahora tiene unas importantes connotaciones a papel cuché: Preysler.
Doña Isabel, supo fajarse de una posición de mujer en casa y con la pata quebrada, aunque la jaula fuera de oro, a buscar su propia libertad quizás al abrigo siempre de unos hombres a priori con un fuerte nombre y presunta gran cuenta corriente, aunque nadie deba olvidar al amor, pero eso desde fuera nunca se ve solo se presume.
La señora Preysler, Isabel para su círculo, nunca para nosotros, ha sabido rentabilizar su imagen, primero a golpe de exclusivas, navidad y días importantes para su familia, y luego desgranando su innato glamour por productos que necesitaban en un momento dado ser asociados a un mundo de alto estatus, aunque en realidad solo fuera “piedra o similares” y “chocolate”. Es la reina en saber vender lo que no existe, porque el glamour no existe, solo se presupone, como el ya mencionado amor, y lo vende muy bien.
Y desde hace unos años ya, existen las franquicias “Preysler”, en forma de sus hijas, porque lo de los hijos es un mundo aparte. Las tres son universos diferentes, aunque Maria Isabel (más conocida por Chábeli), haya desaparecido de las primeras páginas del corazón tras su segundo matrimonio, y consiguiente maternidad.
Tamara, quizás sea la que levante más disparidad de opiniones, especialmente si se tiene en cuenta que, como nos han vendido, tras estudiar en los mejores colegios, el resultado ha sido, todo ello presuntamente, de un pijotismo elevado a la enésima potencia, y con unas respuestas que siempre le han dado sensación a este vecino, de que han sido hechas desde Canarias, por el desfase que siempre existe entre las preguntas y sus respuestas, esa hora que su rostro parece que tarda en procesar las preguntas que le hacen. Eso sí, es la más sincera de la familia, y quizás por eso sus respuestas pueden dejar a la gente pasmada. El glamour que desprende es un glamour naif, como una colonia, o un vino de sus bodegas, para la mañana, refrescante y que nunca empacha.
Y ya para terminar, Ana, la benjamina de la familia. Se presupone, de casta paterna le viene al galgo, la más inteligente, y en apariencia es fría, y analiza sus movimientos, añadiendo además la experiencia de los que le rodean, al milímetro. Quizás sea la más guapa de las tres, aunque su belleza sea tan fría como su falta de empatía con quien la mira.
Esta franquicia, la Preysler, quizás es la que más futuro tiene, en este tipo de negocio, porque ha sabido diversificar su producto y adaptarlo a los cambios que el mercado siempre requiere, toques de izquierda con imagen de derecha de toda la vida, y con una gran habilidad, siempre que se paran para posar, siempre, siempre, hay una marca detrás, y eso siempre dice mucho, especialmente para la empresa en cuestión.
Para todos aquellos que quieran invertir, siempre un valor seguro.

*FOTO: DE LA RED