Como cada año, y ya lo ha comentado aquí otras temporadas este vecino del mundo, ya
han llegado los anuncios sobre fascículos de todo tipo. Y es que Septiembre,
para los donostiarras es el mes del Festival de Cine, pero también es el de la
vuelta al cole, y como ya lo he avanzado, el mes del comienzo de todo tipo de
fascículos.
Este vecino recuerda que su primera colección, y no es
que esté muy “enganchado” a esto, fue una colección de Fauna ibérica del
siempre recordado Félix Rodríguez De la Fuente. Para el que esto escribe, hay
dos nombres que siempre van unidos, “fascículo” y “Salvat”, ya que sin haber
hecho un estudio profundo del tema, esta editorial, sino fue la primera en
lanzar fascículos en España, al menos sería de las primeras.
Antes las colecciones versaban sobre temas netamente
culturales. Ahora, desde hace ya muchos años, la cosa ha cambiado mucho, y ya
cualquier tema vale, porque parece que ya lo importante no es el estudio que se
hace en los diversos capítulos del tema elegido, sino lo que se “regala” junto
con cada fascículo. Y que en estos años ha ido desde “abanicos” hasta “relojes”,
recordando aquellas “piedras auténticas” que se regalaron en una colección sobre
la historia de España, a su manera, claro, del “cachondo” y muy admirado
Forges.
Por eso, como los tiempos cambian, ya lo dice esa antigua
canción, que es una barbaridad, este vecino quiere proponer alguna colección
que contemple la actualidad de esta sociedad nuestra.
Por ejemplo, estaría muy bien una colección que adiestre al españolito medio en el arte de sacar sus pocos y muchos dineros de nuestras
fronteras para llevarlo a los denominados “paraísos fiscales”. En cada uno de
los fascículos se podría hablar de ejemplos prácticos, y cómo las más
renombradas figuras de ese arte que ya es tan español, hicieron para sacar “sus dineros y sus miserias” fuera de
España, con datos en cada uno de los casos, aclarando si es posible hacerlo sin
ayuda de algún amiguito que tuviera poder y haya hecho la vista gorda, o hiciera
práctica de cierta connivencia.
Junto con cada fascículo, y a modo de regalo, se pudiera
adjuntar documentación real que ayude a abrir una cuenta en alguno de los
bancos usados en los citados paraísos fiscales. Y como gran premio a todo aquel
que certifique haber terminado la colección de fascículos, sería una cuenta
real en un banco suizo o del mismísimo Andorra, a elegir.
Ni que decir tiene que debería ser imprescindible para
esta colección contar con la ayuda, en su confección, de las plumas más
destacadas en este tema, y como alguno ya está, muy pocos, a la sombra en una institución
penal, sería una manera de ayudarle a pasar su soledad, merecida por otra
parte, pero que no deja de ser soledad.
Y ya para terminar, lanzo otra idea para una futura
colección, y por el mismo precio que he lanzado la anterior, gratis naturalmente.
¿Para cuándo una serie de fascículos que traten de todos
esos famosillos que lo han sido por ser “noviode” o “mujeruhombredeserviciodefamoso”,
o por entrar en algún reality y mostrarnos sus vergüenzas? Porque seguro que
ellos estarán encantados de colaborar con su sabiduría en este mundo de abrazos
y fotos. Junto con cada fascículo, y a modo de regalo, se pudiera adjuntar
algún accesorio para ser “famoso de catálogo”, como unas gafas de sol o un
teléfono móvil (en este caso con ser una mera imitación de uno real ya vale),
para evitar a la prensa en los aeropuertos, haciendo el paripé de que no se les ve mientras
se finge que se habla por el mismo.
También, se podrían adjuntar listas de locales donde
todos estos famosillos se juntan y se retroalimentan las pilas, como La
Posada de las ánimas. Y como premio por terminar
la
citada colección, una lista de “escritores en negro que les ayuden a escribir sus
memorias”.
Para esta colección de fascículos, alguna cadena de
televisión privada seguro que estaría encantada de colaborar ya que presumíblemente puede conocer muchos casos cercanos.
*FOTO: DE LA RED