Se suele decir, y
además así, con acento, como se le atribuye al torero Rafael El Gallo: “Hay
gente pa tó”. Especialmente si se ven ciertos programas de televisión, como ¡Ahora
caigo! y ¡Boom!, ambos en Antena 3, se puede llegar a la conclusión de que
España está llena de “frikis”, porque la mayoría de los concursantes tienen,
por decirlo de alguna manera, un punto extraño sino extravagante. Este vecino del mundo tiene, y los que siguen este blog lo saben con creces, unos "convecinos" sui géneris, pero las personas que aparecen en ambos programas son, y ésto es muy importante en todos los sentidos, de darles de comer aparte.
Parece ser, y la experiencia de los últimos años lo avala, que lo de los programas va por rachas. Hace unos años, unos cuatro
o cinco, las cadenas de televisión se llenaron, de programas
que mostraban a gente en la playa, de cualquier parte de España, y al menos, en las playas que visita este vecino
del mundo, no se ve lo que se veía allí, personas al límite de convertirse en “personajes”
intentando hacer en un segundo todas sus gracias.
En su momento, este vecino del mundo lo achacó a “los
cinco minutos de gloria” que al parecer necesita todo español para, por decirlo
de alguna manera, sentirse realizado.
Sin embargo, lo de ahora, además
de un “casting” buscando gente de ese perfil, que por cierto ambos concursos son
de la misma productora, Gestmusic, ya le
parece más a este vecino del mundo a “hacer lo que sea para ganar un poco de
dinero”, o lo que venía siendo el antiguo dicho “dame pan y llámame tonto”.
Espero, sinceramente,
equivocarme, pero como siga la crisis, que, desgraciadamente, seguirá durante
mucho tiempo, veremos todo tipo de programas con concursantes capaces de
cualquier cosa, y ya no por la gloria de esos cinco minutos, sino por la
posibilidad de ganar algo de dinero.
Antes, concursos del tipo “Un,
dos tres…”, giraban entorno a sorpresas y gracias pergeñadas por los guionistas. Ahora
las gracias las ponen el presentador, que en parte se supone que estará “asesorado”,
vía pinganillo, por un guionista de plató, y el resto, por unos frikis o seudo-frikis
en busca de dinero rápido.
Si antiguamente en toda corte que se preciaba existía la figura del bufón, que hacía sus gracias para ganarse la vida, ahora la corte es la televisión y hay mucho bufón, dicho sin ningún ánimo de ofender, en busca de su parcela en la corte de nuestros días.
Lo que ocurre, y es que este vecino del mundo siempre se ha preguntado, en el caso del bufón, en realidad, quién es el último que se ríe realmente. Y siempre lo ha tenido claro: el bufón, porque se ríe del hambre. Bien pensado..., pocas cosas han cambiado.
*FOTO: DE LA RED